El fiscal del juicio del crimen de la Guardia Urbana ha asegurado al cabo del cuerpo policial J.J.L.C. que valorará "seriamente" acusarle de falso testimonio y de encubrimiento de un delito de asesinato por su declaración testifical ante el Tribunal del Jurado de la Audiencia de Barcelona.

En la sesión de este lunes, el testigo ha negado que una conversación telefónica con la coacusada Rosa Peral estuviera "preparada para proteger" a su padre de ésta, que al principio de la investigación declaró que había visto a la víctima, Pedro R., -también guardia urbano- a la mañana siguiente del crimen.

El padre, sin embargo, admitió después que no había visto a la víctima, y en el juicio alegó que se había equivocado y que se había confundido con un vecino.

En una conversación telefónica del 12 de mayo de 2017 -un día antes de que Peral fuera detenida como sospechosa-, ella y J.J.L.C. comentaron que el padre pudo olvidar a quien vio la mañana siguiente al crimen y trataron de justificar su error como una falta de memoria, lo que el fiscal considera que fue una llamada que falsearon.

"¿No es verdad que esta conversación estaba preparada para proteger al padre de Rosa?", ha preguntado el fiscal, a lo que el testigo ha respondido negativamente.

J.J.L.C. también envió a Peral el día antes de su detención como sospechosa mensajes con 'pantallazos' de una conversación con el otro acusado del crimen, Albert López, y hablaron sobre informaciones relativas a la investigación, según se ha mostrado este lunes en el juicio.

Peral y López, ambos agentes de la Urbana, están acusados de presuntamente matar a Pedro R. en el domicilio donde ella convivía con la víctima, en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), y después trasladarle en el maletero de su coche hasta la zona del pantano de Foix y quemarle, porque "obstaculizaba su relación", según la Fiscalía, que pide penas de 25 y 24 años de cárcel, respectivamente.