La última sesión del juicio por la violación en grupo a una menor en Pineda de Mar (Barcelona) en 2018 ha quedado suspendida este viernes al no poder conectar por videollamada con los acusados, que están en cuarentena en la prisión porque el jueves estuvieron en contacto con un enfermo de coronavirus que también era juzgado en la Audiencia de Barcelona.

Las magistradas de la Sección 10 han suspendido este viernes el juicio, y han acordado con las partes señalar de nuevo la última sesión para el viernes 26 de junio, con un "tiempo prudencial de más de 15 días para la cuarentena de los acusados", ha señalado la magistrada Montserrat Comas.

En total hay cuatro procesados por su presunta implicación en la violación en grupo : dos tenían 17 años cuando ocurrió, por lo que dependen del juzgado de menores; y los otros, juzgados esta semana en la Audiencia de Barcelona, permanecen en prisión preventiva en Quatre Camins y la prisión de Jóvenes de Barcelona.

Los dos acusados sí acudieron a las sesiones del lunes y el jueves y, al estar en cuarentena desde este viernes, la Sala ha pedido a las dos cárceles que los presos pudieran presenciar el juicio por videollamada durante toda la mañana.

Comas ha explicado a las partes la respuesta de los centros: en la prisión de Jóvenes solo hay un punto para hacer videoconferencias, y ya tenía dos reservas este viernes para otros presos preventivos, por lo que uno de los acusados no hubiera podido presenciar el juicio y por eso ha quedado aplazado, usando casi todo el periodo máximo de 30 días.

164 años de prisión

En las dos primeras sesiones del juicio, los dos acusados rechazaron los delitos que se les imputan, por los que la Fiscalía pide penas de 164 y 149 años de cárcel, y aseguraron que ese día mantuvieron relaciones sexuales consentidas con la menor, de 14 años.

La declaración de la víctima se reprodujo en un vídeo como prueba preconstituida, y la menor explicó que los cuatro acusados la agredieron sexualmente en una masía abandonada de Pineda de Mar.

En la última sesión del juicio, este viernes, debían terminarse las pruebas periciales, con el análisis de los móviles con los que los acusados gravaron la agresión y difundieron el vídeo, y las partes tenían que presentar sus informes y conclusiones finales.