Un incendio accidental arrasó este domingo un domicilio de Gijón. El fuego se originó al filo de las dos de la tarde, cuando en el interior de la casa se encontraba uno de sus habitantes, durmiendo, y dos perros. El hombre, de 34 años de edad, tuvo que ser trasladado a un centro hospitalario de la ciudad tras sufrir quemaduras en sus manos y brazos tras intentar salvar a los canes, uno de los cuales falleció. El piso quedó totalmente arrasado, sobre todo su salón y zonas comunes. "No quedó ni el sofá", se lamentaba la otra habitante del inmueble, que se encontraba trabajando cuando se originó el incendio. Este también afectó a las zonas comunes del edificio, situado en el número 13; sobre todo al pasillo del primer piso, donde se encuentra el domicilio quemado, y cuyas paredes y techo quedaron totalmente ennegrecidas.

"Casi me desmayo al entrar a casa", aseguraba la inquilina del domicilio, que pertenece a sus padres y en el que vivía junto a su pareja "desde hace dos semanas". El suceso ocurrió alrededor de las 14.00 horas, cuando ella se encontraba en su puesto de trabajo, a apenas unas calles de su casa. Según relata, su pareja, que trabaja como auxiliar de enfermería en el Hospital de Cabueñes, se encontraba durmiendo en el momento de los hechos, después de haber realizado el turno de noche.

Tanto es así que en un primer momento ni siquiera fue consciente del fuego, hasta que el humo y el calor le despertaron. Según relata ella, que prefiere mantener el anonimato y ayer permanecía visiblemente afectada por lo sucedido, fueron los vecinos los que avisaron a los Bomberos. El hombre intentó por todos los medios salvar a los dos perros con los que convivían en el domicilio, pero uno de ellos, de siete años de edad, terminó por fallecer.

"El piso está destrozado", remarcaba la mujer, llorando, al entrar a la vivienda con ayuda de unos vecinos. El hall de entrada y el salón fueron las partes más afectadas, totalmente calcinadas. No tanto los dos dormitorios del inmueble. No se salvaron ni los cuadros que colgaban de las paredes, que aparecían completamente destrozados en el suelo. Tampoco el cuadro eléctrico, que los bomberos arrancaron para evitar nuevos incidentes.

Precisamente esa es la hipótesis que valora la mujer: que el incendio se debiera a un cortocircuito. Una máxima que no ha podido ser confirmada por Bomberos ni Policía Local, que aún desconocen qué fue lo que causó el incidente. El fuego fue rápidamente controlado por el servicio de extinción de incendios, que utilizó para ello grandes cantidades de agua que provocaron charcos de gran tamaño en el piso.