Una mujer fue condenada el martes a dos años de cárcel por intentar cortar los genitales a su exnovio con un cuchillo cuando estaba practicándole una felación en Mallorca el mes pasado. El hombre consiguió arrebatarle el arma, pero ella empuñó otra y logró causarle varios cortes en la cara y la cabeza. La víctima logró escapar y se cobijó en un bar cercano. Sufrió una lesión leve en el escroto, pero precisó varios puntos de sutura en el cuero cabelludo y la nariz. La agresora, colombiana de 52 años, admitió los hechos durante el juicio. Pactó con la fiscal que la pena de prisión quede suspendida si no delinque de nuevo y acató una orden de alejamiento de su expareja durante dos años. La magistrada dictó sentencia en el acto.

Los hechos ocurrieron hace justo un mes, en la madrugada del 18 de octubre. Esa noche, el hombre, de 39 años, y la acusada estuvieron bebiendo juntos en un bar de Alcúdia. Cuando ya se iban a casa, ella sacó unas cervezas y le propuso tomárselas y practicar sexo en una zona apartada cerca del teatro romano. El hombre se mostró reticente, pero acabó aceptando. Así, los dos se dirigieron al camino de Santa Anna. La mujer empezó a practicarle una felación.

Fue entonces cuando cogió un cuchillo de unos 15 centímetros de hoja que llevaba en una mochila y se lo acercó a los genitales con la intención de cortárselos. El hombre reaccionó rápidamente al descubrir lo que estaba sucediendo y consiguió desarmarla dándole un manotazo.

La víctima se subió los pantalones a toda prisa para marcharse de allí y ponerse a salvo, pero la mujer sacó otro cuchillo del mismo tamaño de su mochila y se abalanzó sobre él, causándole varios cortes en la cara y la cabeza. El hombre salió corriendo y, ensangrentado, llegó hasta un bar cercano para pedir auxilio. Varias patrullas de la Policía Local y la Guardia Civil acudieron al lugar.

El perjudicado fue trasladado a un centro sanitario para ser atendido de las lesiones. Según el parte médico, presentaba un corte superficial en el escroto y lesiones más importantes en el cuero cabelludo, donde le aplicaron cinco grapas, y el labio superior, que precisó cinco puntos de sutura. El hombre tardó diez días en recuperarse y como secuelas le han quedado varias cicatrices.

La acusada fue detenida el mismo día de la agresión por la Guardia Civil. La jueza de guardia de Inca decretó horas después su puesta en libertad, pero le impuso una orden de alejamiento de su exnovio y le prohibió comunicarse con él como medida cautelar.

El caso ha llegado a juicio en unas pocas semanas. La fiscalía imputó a la mujer un delito de lesiones con instrumento peligroso, por el que reclamó tres años de prisión y cinco de alejamiento de la víctima.

Renuncia a la indemnización

La procesada compareció en un juzgado de lo penal de Palma. Su abogado alcanzó un acuerdo de conformidad con la fiscalía, que rebajó su petición inicial. La mujer admitió los hechos ante la magistrada y se declaró autora del delito, por el que finalmente aceptó una condena de dos años de prisión. Como acordaron las partes, la pena queda suspendida a condición de que la procesada no vuelva a cometer delitos en los próximos años. También se conformó con una orden de alejamiento de dos años de su exnovio. La magistrada dictó sentencia, que ya es firme.

La mujer no deberá indemnizar a la víctima por las lesiones causadas, ya que el hombre ha renunciado a ello.