Un posible móvil machista de una persona totalmente ajena a la familia de las víctimas podría estar detrás del incendio en el que murió un niño de tres años y por el que todavía siguen hospitalizados en estado grave sus dos hermanos, de siete y nueve años, y la madre de los pequeños, de 39. Las pesquisas del grupo de Homicidios de la Policía Nacional se centran en una expareja de una vecina del cuarto piso de esta finca de la avenida Malva-rosa de Valencia, donde se originó supuestamente el fuego intencionado en unos enseres y muebles que se encontraban en el rellano.

Fuentes vecinales aseguran que esta persona llevaba cerca de un mes acosando a su expareja, aunque no consta que hubiera ninguna denuncia por malos tratos ni orden de alejamiento alguna. La mujer, que se había refugiado en la vivienda donde residía su hermano, no estaba en la casa el jueves, ya que se habían trasladado recientemente a otro domicilio. "Solicitaron una rescisión voluntaria del contrato de arrendamiento hace unos quince días", indicaron las fuentes consultadas por 'Levante-EMV'.

Aunque no se han localizado huellas ni hay testigos de lo ocurrido, lo que sí que han descartado los investigadores es que se trate de un fuego accidental. De hecho, la inspección ocular realizada por la policía científica confirmó las primeras sospechas de que las llamas habían sido provocadas, dada su origen, los focos y la voracidad del fuego.

Así, alguien prendió fuego a los enseres que había en el rellano del cuarto piso, provocando en pocos minutos una enorme humareda en toda la escalera. En el piso superior se encontraba Sara con sus tres hijos, de 3, 7 y 9 años. La mujer trató de ponerlos a salvo escapando de la finca, pero debido a la inhalación de monóxido de carbono cayeron inconscientes antes de poder superar el rellano donde se había iniciado el fuego.

Los bomberos rescataron a la mujer de 39 años y a sus tres hijos tras hallarlos sin respiración y sin signos vitales. Dos policías, un bombero y un sanitario reanimaron a los dos mayores y a la madre, mientras que al pequeño, Joel, de solo tres años, los sanitarios del SAMU estuvieron durante cerca de media hora tratando de recuperarlo, aunque entraba en parada cardiorrespiratoria una y otra vez. Finalmente, al poco de ser trasladado al Hospital La Fe de València, el menor fallecía como consecuencia de la intoxicación.

Sus dos hermanos, que apenas presentaban quemaduras pero que también estaban graves por la inhalación del humo, permanecen en la UCI pediátrica del Hospital La Fe. Al mayor de ellos le quitaron la intubación este viernes por la tarde, indicaron fuentes familiares, mientras que la madre permanece en estado crítico en la unidad de grandes quemados de este mismo centro hospitalario, aunque principalmente por el humo y las quemaduras internas de su aparato respiratorio producto de las altas temperaturas que se alcanzaron en el rellano hasta que pudo ser rescatada.

El Hospital La Fe se convirtió este viernes en punto de concentración de cerca de un centenar de familiares y amigos de las víctimas, quienes desde la misma noche del jueves en la que se produjo el incendio quisieron apoyar con su presencia a los heridos. "Aunque no podamos entrar y no nos digan nada nuevo queremos estar aquí y saber qué ha pasado", remarcó un primo de la herida. El padre de los menores, totalmente destrozado, fue el único que pudo entrar y ver a los pequeños.