Crimen

La investigación da un vuelco al confirmarse que la joven de A Coruña murió de un disparo

La Guardia Civil indaga posibles conexiones entre el sospechoso y el entorno de la víctima

Agentes inspeccionan el portalón de la vivienda, por donde huyó supuestamente el detenido

Agentes inspeccionan el portalón de la vivienda, por donde huyó supuestamente el detenido / C- Pardellas

A. P. / Oza-Cesuras (A Coruña)

Vuelco en la investigación del crimen en Porzomillos, en Oza-Cesuras, en A Coruña. Los informes preliminares de la autopsia han confirmado que la muerte de la joven Cristina N. se debió a un disparo, supuestamente en la nuca, y no a un fuerte golpe en la cabeza con un objeto contundente, como supuso la Guardia Civil en un primer momento.

La Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de A Coruña baraja otras posibilidades, más allá del intento de robo con desenlace fatal al que se apuntaba en un principio. Los agentes, que ya tienen en su poder el arma empleada en el crimen, investigan y el entorno familiar de la víctima en busca de posibles conexiones con el detenido y llevan sus investigaciones con total sigilo.

El principal sospechoso, que fue detenido poco después del crimen en una finca colindante, permanece ingresado en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña recuperándose de las heridas que se hizo al huir y de un amago de infarto. Según informan fuentes próximas a la investigación, el arrestado, de cincuenta años y vecino de Vilaboa (Culleredo), no tiene antecedentes penales.

Agentes de la policía científica inspeccionaron el domingo otra vez la zona en busca de nuevos indicios. Son muchas las incógnitas y pocos los hechos que pueden considerarse probados de momento. Solamente que el homicidio de Cristina N., una joven de 33 años, casada y madre de un niño de dos, se perpetró pasadas las siete de la tarde, cuando ya oscurecía y en un momento en que la víctima permanecía sola en la casa. Los residentes en el pequeño núcleo de Vilar de Costoia oyeron los gritos de Cristina N. pidiendo ayuda, pero cuando llegaron, no pudieron hacer nada por socorrerla. Fue uno de los residentes más próximos el que encontró el cadáver de la joven muy cerca de la entrada del garaje con una grave herida en la cabeza.

Unos vecinos vieron huir a un hombre, "que no era alto, pero fuerte", con un gorro y un chaleco reflectante. Caminaba, dicen, de una forma que no era normal", lo que pudo ser debido a las heridas que, supuestamente, se hizo en una ingle al clavarse una de las púas del portalón. Otros apuntaban a la posibilidad de que hubiese consumido alcohol o alguna sustancia estupefaciente, aunque este extremo no está confirmado.

Según los primeros indicios, el hombre habría accedido a la vivienda por una ventana del segundo piso, a través de la cubierta del garaje. Algunos testigos afirmaron a los agentes que habían visto cómo dos personas abandonaban el lugar de forma precipitada al poco de oírse los grupos. La Guardia Civil investiga esta posibilidad, aunque la ve improbable, dado que el coche que utilizó el arrestado fue localizado en las inmediaciones.

El Concello de Oza-Cesuras decretó tres días de luto por la muerte de esta joven, residente en el municipio desde hace unos 12 años y trabajadora del servicio de ayuda en el hogar. El Ayuntamiento convocó también una concentración de condena, que se celebrará hoy a las 11.00 horas frente a la Casa Consistorial. El alcalde, Pablo González, trasladó a la familia el apoyo de toda la Corporación municipal.