Tráfico de drogas

Dos condenados en Palma por un alijo de 8.800 kilos de hachís vinculado a la Camorra

Los traficantes, de nacionalidad rusa, aceptan sendas penas de cinco años de cárcel y 15 millones de euros de multa

Parte del alijo intervenido a la banda de narcos, con Mallorca como base de operaciones.

Parte del alijo intervenido a la banda de narcos, con Mallorca como base de operaciones.

Marcos Ollés

Dos hombres de nacionalidad rusa fueron condenados este viernes en la Audiencia de Palma por un alijo de 8.847 kilos de hachís vinculado a la Camorra, la organización mafiosa napolitana, que fue interceptado en septiembre pasado en un velero en el estrecho de Gibraltar. La embarcación había sido adquirida por más de un millón de euros en Mallorca, de donde zarpó para cargar la droga en Marruecos y traerla a Europa. Los traficantes, aceptaron sendas penas de cinco años de cárcel y 15 millones de euros de multa tras alcanzar un acuerdo con el fiscal.

Estos dos narcos formaban parte de una gran organización internacional que escogió Balears como centro de operaciones. La banda, un tentáculo de la Camorra según fuentes de la investigación, preparaba en las islas las embarcaciones con las que luego transportaba enormes cargamentos de hachís desde África. Creían que en el archipiélago la vigilancia era menor que en el Estrecho y no sería descubiertos. Se equivocaban. Entre marzo y septiembre de 2020 fueron interceptados seis veleros cargados con más de 35 toneladas de droga. La ‘Operación Goleta-Gratil’ fue calificada como el mayor golpe en España al tráfico de hachís por vía marítima.

La Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria iniciaron la investigación en octubre de 2019 al detectar una embarcación sospechosa en aguas españolas. El Amaalta, un velero de 17 metros de eslora y bandera alemana. Las pesquisas permitieron localizar otros cinco barcos utilizados por los narcos, todos de alta gama: Phase One, Hanna, Sweet Breeze, Eagle Ray y Carla. Los agentes comprobaron que pasaban por Mallorca antes de dirigirse a la costa de África para recoger sus cargamentos de hachís.

El primer golpe policial se produjo en pleno confinamiento por el coronavirus. El 26 de marzo fue abordado el Phase One a 80 millones al sur de Mallorca, cargado con 4.244 kilos de hachís. El abordaje fue complicado: las condiciones del mar eran muy adversas y sus dos tripulantes pegaron fuego al barco antes de ser capturados. Ambos son búlgaros y hace unas semanas fueron condenados a cuatro años y nueve meses de cárcel cada uno en la Audiencia de Palma. En julio fue abordado el Hanna en el golfo de Cádiz con 360 kilos de hachís.

Estas actuaciones no frenaron la actividad de la banda. Al contrario. En septiembre de 2020 desplegaron los otros cuatro veleros de forma simultánea sin saber que los investigadores los seguían de cerca. Todos fueron interceptados en cuatro días. 

El Eagle Ray había sido comprado en Mallorca por 1,1 millones de euros. Los policías lo abordaron el 24 de septiembre en el estrecho de Gibraltar con 8.847 kilos de hachís repartidos en 305 fardos. Sus dos ocupantes, rusos, comparecieron ayer en la Audiencia de Palma a través de videoconferencia desde la cárcel de Algeciras, donde están presos desde entonces. Aceptaron cinco años y un día de cárcel y 15 millones de euros de multa. «No puedo pagarla», advirtió uno de ellos. Serán expulsados de España cuando cumplan la mitad de la condena y no podrán regresar en 10 años.

Entre el 24 y el 28 de septiembre fueron asaltados los otros tres ‘narcoveleros’. El Sweet Breeze al sudeste de Fuerteventura con 10.700 kilos de hachís; el Carla, en la misma zona y con otros 6.000 kilos; y el Amaalta, frente a las costas de Mauritania cargado con 4.500 kilos.

En la macrooperación participaron policías y agentes de inteligencia de España, Reino Unido, Holanda, Bulgaria, Grecia e Italia y de Europol.