Investigación

Se reabre la investigación de Virginia y Manuela, las dos menores de Aguilar de Campoo desaparecidas en 1992

Las dos niñas fueron vistas por última vez el 23 de abril de 1992 | Testigos las ubican haciendo auto stop para volver a casa, nunca más se supo de ellas | Tenían 13 y 14 años.

Virginia Guerrero Espejo y Manuela Torres Bouggefa desaparecieron el 23 de abril de 1992

Virginia Guerrero Espejo y Manuela Torres Bouggefa desaparecieron el 23 de abril de 1992

EP

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Cervera de Pisuerga (Palencia) ha acordado reabrir las investigaciones por la desaparición de Virginia Guerrero Espejo y Manuela Torres Bouggefa en 1992 en Cantabria. Así lo ha acordado la juez de dicho juzgado en un auto dictado con fecha 21 de junio, según confirmaron a Europa Press fuentes del Gabinete de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

En 2018, el hallazgo de una mandíbula humana en el embalse del Ebro llevó a pensar que pudiera pertenecer a una de las dos jóvenes, si bien el cotejo del ADN con la base del programa 'Fénix' de personas desaparecidas no ofreció ningún resultado. La localización de dicha pieza ósea se produjo el 12 de octubre de 2018 en la orilla del embalse del Ebro, término municipal de Campoo de Yuso. Se hicieron cargo de la investigación especialistas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cantabria.

En las proximidades del lugar donde fue hallada la mandíbula se encuentra un antiguo cementerio, que, si bien habitualmente está cubierto por el agua, con el episodio de sequía del verano anterior quedó al descubierto. En este sentido, una de las hipótesis de trabajo era que dicho resto procediera del mencionado campo santo, aunque no se descartaron otras posibilidades, como que pudiera pertenecer a una de las dos niñas de Aguilar de Campoo que desaparecieron en Reinosa hace 25 años, por lo que comenzaron todas las acciones pertinentes para averiguar la procedencia de la misma.

Las dos niñas de Aguilar fueron vistas por última vez el 23 de abril de 1992 cuando se trasladaron desde la localidad palentina hasta Reinosa (Cantabria) en tren, tras lo que fueron vistas haciendo auto stop para volver a casa, nunca más se supo de ellas. Tenían 13 y 14 años.