Incendios

Crimen medioambiental en la Ribeira Sacra

La lluvia contribuyó a controlar un fuego intencionado en cuya extinción participaron decenas de brigadas - Feijóo advierte a los “criminales” que pueden provocar homicidios

Las llamas arrasaron la Ribeira Sacra.

Las llamas arrasaron la Ribeira Sacra. / EFE

X. A. Taboada

Ribas de Sil (Lugo) intenta recuperar la normalidad tras registrar el mayor incendio del año de Galicia. Las llamas arrasaron con casi 1.600 hectáreas de monte en dos incendios intencionados –uno quemó apenas 140 hectáreas, pero el segundo rondó las 1.450–, en plena Ribeira Sacra.

Al mediodía ambos quedaron estabilizados, en parte por la aparición de la lluvia que contribuyó a frenar el avance del fuego y dio además un respiro a las decenas de brigadistas de la Xunta y del Gobierno central que participaron en las tareas de extinción.

El primero de los incendios se inició en la noche del domingo en la parroquia de Nogueira, con unas 140 hectáreas quemadas. Posteriormente, poco antes de las 13.00 horas del lunes, se originó un segundo foco en la parroquia homónima de Ribas de Sil que alcanzó el término municipal vecino de Quiroga y se convirtió en el más voraz de la temporada al arrasar 1.450 hectáreas de superficie. Ante la proximidad de las llamas al núcleo poblacional de Rairós, la Xunta activó el lunes la alerta 2, que se deshabilitó ayer por la tarde.

El dispositivo desplegado en Ribas de Sil fue enorme. Cien brigadas, 51 motobombas, 15 aviones y 20 helicópteros por parte de la Xunta, mientras que el Gobierno central movilizó cinco aviones anfibios FOCA, un quinto de coordinación y observación, un helicóptero pesado con gran capacidad de carga y 220 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias. Precisamente, tres militares resultaron heridos leves sin mayores consecuencias al volcar una motobomba la noche del lunes.

Para la Xunta, el incendio fue uno de los más complejos a los que se tuvo que hacer frente en los últimos años, debido a las altas temperaturas, el intenso viento y la orografía.

“Todo acredita que la pasada noche del domingo, una vez que los medios ya no pueden volar, hubo un foco que posteriormente se amplió con dos focos más. Y eso suele ser la pauta habitual de los incendiarios”

Alberto Núñez Feijóo

— Presidente de la Xunta

Feijóo volvió a pedir “colaboración ciudadana para detectar cualquier conducta sospechosa” y “ponerla en conocimiento de las fuerzas y cuerpos de seguridad”, sobre todo porque octubre también puede ser también un mes complicado. Y se dirigió a los “criminales incendiarios” para advertirles que no solo se están jugando “penas privativas de libertad” por provocar el incendio, sino que sus conductas también pueden “producir homicidios” en las parroquias afectadas.

“Yo pido un mínimo de moral y de ética a las gentes que creen que un fuego no es más que un problema forestal. No, un fuego es un atentado medioambiental, pero también puede provocar la muerte de personas inocentes”, comentó.

También desveló que en la noche del lunes, sobre las 22,30 horas, recibió una llamada del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a quien agradeció “la coordinación” de los medios de extinción con la Unidad Militar de Emergencias desplegada en la zona.