Con nuevas técnicas forenses

Piden buscar el ADN de Anglés en 11 pelos hallados en los cuerpos de las niñas de Alcàsser

“Podrían situar al prófugo, sobre el que no se tiene ningún indicio forense inculpatorio, en el lugar de los crímenes”, según el escrito que el criminólogo Félix Ríos ha enviado a la jueza

Imagen del prófugo Antonio Anglés.

Imagen del prófugo Antonio Anglés.

El perito solicita también estudiar el ADN de dos personas desconocidas encontrado en los cadáveres para aclarar si son “fruto de la contaminación” por parte del “forense o la guardia civil”

Si Antonio Anglés saliera hoy de su escondite y fuera capturado y enjuiciado por los crímenes de Alcàsser, “no habría ningún indicio forense” que lo relacione con los crímenes de Toñi, Miriam y Desirée. Tampoco con el escenario donde él y Miguel Ricart secuestraron, violaron, torturaron y asesinaron a las tres adolescentes. Por eso, la asociación Laxshmi para la lucha contra el crimen y la prevención, que ejerce la acusación popular en el caso, ha pedido al juzgado de instrucción nº 6 de Alzira que realice, con los avances científicos actuales, todas las “pruebas relacionadas con pelos (cabellos y vellos) que no se practicaron en el pasado por no considerarse de importancia, o que se practicaron con la limitaciones tecnológicas de la época  y que podrían corroborar ahora la participación de Anglés en el crimen”.

Entre ellas, piden que el Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela lleve a cabo un estudio genético de 11 pelos hallados en los cadáveres de dos de las niñas y en el jersey de la tercera víctima, que “no fueron analizados genéticamente en su momento” y de los que “se debe intentar extraer ADN y comparar el posible resultado con el ADN de las tres víctimas y también con el de Anglés”, apunta en un escrito remitido el pasado 1 de septiembre a la jueza el abogado de la asociación, Diego Costa. Su petición se basa en un informe pericial realizado por el criminólogo Félix Ríos, presidente de Laxshmi y coordinador del Proyecto Prometeo para la revisión de crímenes y desapariciones sin resolver.

Pelo rubio

Existe además un pelo que, según el informe del experto, puede tener “una especial trascendencia”  y que “nunca fue analizado” por un error a la hora de catalogarlo en 1993, que fue referenciado primero como “vello” y posteriormente como “cabello”. Se trata del “vello púbico ropa-2” que, según describió en su día el médico forense y catedrático en Medicina Legal Luis Frontela, era “de color rubio, 44 milímetros de longitud y no presenta semejanza morfológica con los cabellos analizados”. Ríos apunta a que “teniendo en cuenta que Anglés y Ricart o bien eran rubios o se teñían con dicho color, podría pertenecer a alguno de ellos”.

El experto y su equipo, encabezado por el criminólogo Amós Vanacloig, llevan un año revisando el caso. En ese tiempo, han estudiado el sumario y trabajado sobre el terreno, en Alcàsser. Además de los pelos mencionados, proponen examinar varias muestras de cabellos y vellos que la Guardia Civil recogió hace 28 años en el paraje de La Romana, lugar donde se encontraron los cuerpos de las niñas, en un guante de apicultor hallado en los alrededores de la fosa y en el coche de Ricart. “Si alguno de estos pelos perteneciera a Anglés, se le situaría directamente en distintos escenarios de enterramiento o agresión de las víctimas y, por otro lado, se podría situar a alguna de estas en la propia caseta donde ocurrieron las agresiones sexuales”, señala el informe.

Aunque Ríos advierte de que “las muestras han sufrido durante el procedimiento diferentes idas y venidas en laboratorios y depósitos judiciales, por lo que será tarea del juzgado ubicar donde se encuentra cada una y remitirlas a los laboratorios correspondientes”.

Cinco perfiles distintos

Por otro lado, el equipo de Ríos pide a la jueza averiguar la identidad de las personas a las que pertenecen varios pelos que sí fueron analizados en su momento y de los que se consiguió extraer “cinco perfiles distintos de ADN". Tres de ellos “podrían pertenecer a las propias víctimas”, pero los dos restantes “no pertenecen a Ricart ni a Anglés”, por lo que apuntan a dos desconocidos.

Si bien, el perito alerta sobre la posibilidad de que esas muestras acabaran allí fruto de una “contaminación” de las pruebas: “Algunos vellos pueden ser de las personas que manipularon los cuerpos (de las niñas) como guardias civiles, forenses, personal que ayudó en la exhumación, etc”.

Ríos insiste: “Mantenemos la firme convicción sobre la participación de Anglés en el triple crimen”, pero lamenta que hasta la fecha “solo se cuenta con las declaraciones de Ricart como elemento inculpatorio de Anglés en los crímenes, por lo que en el hipotético caso de ser este aprehendido, no habría carga probatoria forense sólida contra él a fecha de hoy”. En su escrito a la jueza, la asociación Laxshmi concluye: “Entendemos que la acción judicial actual está centrada en su localización, pero obviamente con la obtención de pruebas que permitan enjuiciarlo con garantías en el caso de su captura”.