Tribunales

La justicia argentina permite la extradición a España del 'asesino del Grindr'

Julián Ovejero será entregado a España para ser juzgado por el crimen de un puertorriqueño de 35 años en febrero de 2018

Julián Ovejero fue detenido en San Miguel de Tucumán.

Julián Ovejero fue detenido en San Miguel de Tucumán. / POLICÍA FEDERAL ARGENTINA

David López Frías

Julián Ovejero, el argentino de 27 años conocido como 'el asesino del Grindr', será extraditado a España para ser juzgado por el crimen de un puertorriqueño de 35 años en febrero de 2018, en Madrid. Fuentes judiciales argentinas lo han confirmado a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario que pertenece a este grupo, Prensa Ibérica: un juez federal de Tucumán ha aprobado la orden de extradición, tal y como solicitaba Carlos Brito, el fiscal federal que lleva el caso en Argentina.

Ovejero estaba de la justicia española desde hace casi 4 años. Sobre él pesaba una orden de captura internacional emitida por el Juzgado de Instrucción número 33 de Madrid. El joven está acusado de haberle quitado la vida a un ingeniero informático de origen puertorriqueño llamado Najuaith Zahell Díaz, que falleció al recibir entre 40 y 50 puñaladas, muchas de ellas en la zona del cuello.

Najuaith llevaba 10 años viviendo en Madrid, donde había cursado Diseño Gráfico, Julián había venido a España a estudiar interpretación. Ambos se habían conocido mediante la aplicación de citas gays Grindr. Los hechos tuvieron lugar la noche del 22 de febrero de 2018. Quedaron y se encontraron en el número 2 de la calle Alejandro Sánchez (Carabanchel, Madrid), en el inmueble en el que residía el puertorriqueño. Una vez allí, el argentino apuñaló a su víctima hasta la muerte.

Najuaith Zahell, la víctima, llevaba 10 años residiendo en España.

Najuaith Zahell, la víctima, llevaba 10 años residiendo en España.

El cadáver del ingeniero informático fue hallado a los dos días, cuando un amigo íntimo de Najuaith, extrañado por su ausencia y por no haber recibido respuesta a sus mensajes desde la noche del 22, avisó a la policía y a un cerrajero. Cuando entraron, encontraron su cuerpo desnudo y sin vida en la cama del dormitorio. También pudieron comprobar que el asesino se había llevado el teléfono de la víctima, para evitar que la policía accediese a sus mensajes.

No obstante, Ovejero no se llevó todos los terminales que le podrían incriminar. Los investigadores lograron acceder al ordenador portátil de la víctima, donde encontraron la clave para identificar al asesino. Najuaith guardaba fotografías de todos los chicos con los que quedaba. La de Julián Ovejero apareció en último lugar en la galería de imágenes de su PC.

Tras el hallazgo, analizaron las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona y encontraron imágenes de Julián saliendo del edificio, horas después del crimen. Ya tenían principal sospechoso. Sólo faltaba cotejar las huellas dactilares que encontraron en la escena del crimen. El posterior análisis determinó que una de ellas coincidía con la de Julián Ovejero.

De fiesta

Por su parte, Julián se marchó de la escena del crimen tras perpetrar el asesinato. Compró un pasaje para su país y se refugió en el asentamiento de la Bombilla, una zona deprimida de la periferia de San Miguel de Tucumán, ciudad de la que es originario. Allí ha permanecido oculto durante 3 años, intentando pasar desapercibido. Tras los primeros meses en Tucumán, el presunto asesino volvió a hacer vida normal, a salir de fiesta e incluso a tener presencia en redes sociales.

Esa fue una de las pistas claves para que el Grupo V de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía Nacional en Madrid diese con su paradero. Una vez localizado, una operación conjunta entre las policías española y argentina acabó con la detención de Ovejero. El arresto se llevó a cabo el pasado 2 de septiembre. La noche de la detención, el presunto asesino del Grindr se encontraba caminando por la calle Paraguay, una zona de fiesta del asentamiento La Bombilla.

El joven fue detenido por la Policía Federal argentina y esta misma semana ha sido aprobada la extradición por Fernando Poviña, el magistrado de San Martín de Tucumán que se encargaba del caso.