INVESTIGACIÓN

Así engañan los ladrones de pisos a la Policía

Las bandas georgianas viajan en coches con conductor y esconden sus "herramientas" en los cargadores portátiles de sus teléfonos móviles

Los ladrones georgianos esconden sus ganzuas en las baterías de los teléfonos móviles.

Los ladrones georgianos esconden sus ganzuas en las baterías de los teléfonos móviles.

Llevan casi ocho años instalados en España y son los mejores y más activos ladrones de pisos. Los grupos de delincuentes georgianos asaltan casas en Barcelona, Sevilla, Madrid, Valencia, Asturias... No hay datos de cuántos son ni de cuántos pisos han asaltado desde que fueron detectados. Cientos cada mes, afirman fuentes policiales. Son itinerantes y temporeros, acuden a una zona, se alojan en pisos turísticos y asaltan decenas de casas en busca de joyas, dinero en efectivo y aparatos electrónicos antes de volver a sus bases y buscar nuevos horizontes.

Su último truco es ocultar dentro de baterías de teléfono móvil las ganzúas y ganchos que utilizan para abrir las puertas de las casas. Además, tal y como ha sabido CASO ABIERTO, la mayoría de esos ladrones ya no usan coches a su nombre ni alquilan ninguno, prefieren coger un servicio con conductor, en algunos casos detectados por la policía eligen Uber cuando van a robar.

Hilo y pegamento

Hasta ahora, estos grupos de delincuentes usaban diferentes trucos para elegir sus víctimas, como marcar con un hilo blanco o con unas gotas de pegamento la puerta de las viviendas que estaban vacías y podían asaltar. No utilizan la violencia, buscan casas vacías y, si son detenidos, resulta muy difícil conseguir que un juez ordene su ingreso en prisión. Además, van cambiando su modus operandi para aprovechar las lagunas de las leyes españolas y evitar la cárcel.

Así, tres ciudadanos georgianos que iban a robar pisos en la zona de Alcorcón, en la Comunidad de Madrid, salieron del apartamento turístico que ocupaban. Cogieron un Uber y se dirigieron hacia sus objetivos. No llevaban más que lo puesto y sus teléfonos móviles, por si la policía los sorprendía en el camino, lo que finalmente ocurrió.

Chestiorki (Peones)

Los agentes los registraron y desmontaron buena parte del vehículo en busca de las herramientas imprescindibles para reventar las puertas de las casas. Finalmente, descubrieron que llevaban las ganzúas y los ganchos que usan para forzar las cerraduras y reventar los bombines de las puertas ocultos dentro de un cargador portátil del teléfono móvil de uno de ellos.

Aquella noche, los agentes evitaron una noche de asaltos en pisos, pero no tuvieron más remedio que dejar en libertad a los tres viajeros georgianos. Les invitaron a abandonar la zona y ellos, de nuevo, cogieron otro Uber y se fueron con destino al barrio de Madrid donde estaban alojados en un piso turístico.

Los ladrones de pisos en España son la infantería de los grupos de delincuentes de Georgia. Los llaman chestiorki (peones). Algunos son hombres jóvenes con problemas de toxicomanía reclutados en su país y enviados a España u otros puntos de Europa. Tienen prohibido trabajar honradamente y deben mantenerse solo de lo que ganen con sus robos en las casas, además de enseñar el oficio a los que lleguen nuevos.