Salió de casa con 50 euros, el DNI y lo puesto. No dijo nada. No se despidió. Nuria López Santiago, la joven de 20 años a la que se perdió la pista hace un mes, continúa desaparecida. Su familia busca sin descanso. Almería está llena de carteles con su foto, muchos la ven, pero nadie la encuentra.

Son multitud las llamadas que afirman verla por la calle. No llegan a tiempo. La alerta es alta, los miedos, todos: la joven tiene una discapacidad intelectual del 66%. Confía en todo el mundo, no ve el peligro, lo que la convierte en vulnerable. Muy vulnerable.