Criminal

Igor el Ruso, trasladado entre fuertes medidas de seguridad desde A Lama a la cárcel de Estremera

El triple asesino de Teruel, condenado a prisión permanente revisable, es considerado uno de los criminales más peligrosos del país

Igor el Ruso.

Igor el Ruso.

R.V.

Igor el Ruso ha salido este martes entre fuertes medidas de seguridad de la cárcel de A Lama en dirección a la prisión de Estremera, en Madrid. El triple asesino de Teruel, considerado uno de los más peligrosos del país, ha sido trasladado en un vehículo escoltado por otros tres coches.

El paramilitar serbio Norbert Feher —verdadero nombre de Igor 'el Ruso'— es uno de los 28 criminales condenados a prisión permanente revisable en España, en su caso por el asesinato del ganadero José Luis Iranzo y los guardias civiles Víctor Romero y Víctor Caballero en Andorra (Teruel) en 2017. La sentencia fue confirmada este mismo mes de mayo por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.

En A Lama, Igor el Ruso permanecía en régimen de aislamiento y su celda era registrada meticulosamente a diario. Al penal pontevedrés llegó en mayo de 2021 procedente de la prisión zaragozana de Zuera y su traslado despertó las quejas de los funcionarios y reactivó la demanda de más personal.

Recordaban en aquel momento que, previamente a llegar a Zuera, el paramilitar serbio había protagonizado un grave altercado en el centro penitenciario de Dueñas en el que cinco funcionarios resultaron lesionados. Expresaban entonces su preocupación "por la llegada de este tipo de internos debido a que, por la falta de personal y la carga de trabajo actual, puede provocar nuevos incidentes regimentales poniendo en peligro a trabajadores y reclusos”, y recordaban que "existen 77 plazas de funcionarios sin cubrir en el centro, 52 de las cuales son en el área de vigilancia".

Hace apenas unos días, el sindicato de funcionarios Tu Abandono Me Puede Matar, en declaraciones al periódico Heraldo, denunciaba cómo los traslados de Feher para realizar videoconferencias con los juzgados generaban problemas de seguridad e implicaban la movilización de hasta seis funcionarios durante varias horas.