Tráfico de drogas

Investigan a un grupo criminal que transportaba residuos peligrosos desde Guipúzcoa a Libia

El camión fue interceptado en el sur de Francia con media tonelada de resinas caducadas de poliuretano y hay tres personas encausadas

Bidones con productos químicos que trasportaba un camión accidentado.

Bidones con productos químicos que trasportaba un camión accidentado. / N.G.

Jorge Napal | GRUPO NOTICIAS

En medio del debate abierto en Gipuzkoa sobre la necesaria sostenibilidad del medio ambiente, el territorio se convierte de cuando en cuando en escenario de conductas no solo imprudentes sino delictivas, como la que está siendo investigada en relación a una banda que transportaba residuos peligrosos desde Ormaiztegi a Libia.

Ése era, al menos, el objetivo. El grupo criminal eligió la ruta por el norte. El vehículo debía atravesar Francia e Italia para enlazar posteriormente desde ahí -por vía marítima- con el norte africano. El camión fue interceptado a mitad de camino, en Arlés, ciudad ubicada en el río Ródano, en la región de la Provenza, al sur de Francia.

Cuando las autoridades policiales francesas dieron el alto al vehículo en esta pequeña ciudad costera, conocida por inspirar las pinturas de Van Gogh, comprobaron que el camión que había salido desde Ormaiztegi transportaba más de media tonelada -hasta 542 kilogramos- de resinas caducadas de poliuretano en forma de bidones de productos aislantes, empleados para componentes eléctricos. Hay tres encausados implicados en esta trama, una de las más reseñables de las acusaciones formuladas el año pasado por la Sección de Medio Ambiente y Urbanismo de la Fiscalía de Gipuzkoa, que da cuenta de la incoación de 32 diligencias de investigación, según la memoria a la que ha tenido acceso este periódico.

Los gendarmes, en relación al caso de Ormaiztegi, pronto advirtieron que el vehículo interceptado en esta pequeña localidad, de atractivo turístico por su pasado romano y por las pinceladas del genial artista holandés, no contaba con la notificación y autorización necesarias del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco).

El río Ródano: las consecuencias de la contaminación

La resina de poliuretano es un producto industrial utilizado en la fabricación de tintas y en la formación de moldes y plásticos. La versatilidad de este material viene reflejada hoy en día en el amplio abanico de usos actuales: sirve tanto para el tratamiento de tablas de surf como de joyas. Se emplea también como película de pintura que realza la superficie de acero de la carrocería de automóviles.

La resina natural es inofensiva para el medio ambiente -se exuda de los árboles, principalmente pinos y abetos- pero hoy en día este producto natural ha sido reemplazado casi por completo por las resinas sintéticas, como la media tonelada de material caducado que transportaba el camión interceptado. La mayoría de estos productos son perjudiciales para el medioambiente ya que potencialmente liberan materiales peligrosos.

Precisamente, el lugar en el que fue interceptado el camión -junto al río Ródano- es un reflejo de las nefastas consecuencias medioambientales que puede tener el uso sin control de este tipo de sustancias tóxicas. Las patrullas ecológicas han sido frecuentes durante años atrás en el cauce del río junto.

El agente contaminante es el Policloruro de bifenilo (PCB), una sustancia que Naciones Unidas cataloga como un "contaminante orgánico persistente". En 1987 se prohibió su comercialización, pues si se ingiere a largo plazo puede causar daños diversos, como infertilidad, defectos en el desarrollo y, posiblemente, cáncer. "Ésta es una de las peores contaminaciones hídricas en Francia", llegaron a señalar las autoridades francesas.

Irun: residuos sin licencia

La Fiscalía de Gipuzka también recoge en su memoria un delito de gestión ilícita de residuos que se remonta a septiembre de 2014. La investigada, una mercantil domiciliada en Irun y cuyo objeto social era la gestión de residuos, que “recogía, almacenaba, manipulaba y transportaba residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) sin permisos ni licencias y omitiendo los más elementales cuidados y deberes de vigilancia sobre tales procedimientos”.

El inadecuado tratamiento de estos residuos -advierte la Fiscalía- puede generar emisión de gases y agotar la capa de ozono, “con un elevado potencial de calentamiento global con efectos adversos en el medio ambiente y la salud de las personas, tanto las que trabajan en la planta de la empresa como los residentes de las zonas cercanas”.