Una pesadilla con final feliz

Cronología del rapto del bebé en Bilbao

La joven arrestada por raptar al recién nacido del Hospital de Basurto estaba tan obsesionada son ser madre que había anunciado a sus familiares que estaba embarazada

Cronología del secuestro del pequeño Aimar.

Agencia ATLAS

Olga Pereda

Mireia, bilbaína de 24 años, se convirtió la noche del miércoles en la mujer más buscada de Euskadi. La Ertzaintza la encontró ayer por la mañana, once horas después de que se llevara un bebé recién nacido del Hospital de Basurto. Acusada de un presunto delito de secuestro, la joven se disfrazó de sanitaria para entrar en el ala de maternidad y llevarse de una habitación a Aimar, un bebé de dos días de vida. Habrá que esperar a la investigación judicial y policial para saber por qué Mireia -con antecedentes policiales por hurto, lesiones y amenazas- hizo lo que hizo. Todo apunta a un posible trastorno de salud mental.

Mireia estaba obsesionada con ser madre. Tanto que había comprado ropita de recién nacido, carrito y cuna

Mireia estaba obsesionada con ser madre. Tanto que había comprado ropita de recién nacido, carrito y cuna. Hacía meses que les había dicho a su novio y a sus amigos que estaba embaraza, según pública este viernes 'El Correo', que difunde una imagen aterradora: la que se hizo Mireia haciendo carantoñas a Aimar pocas horas después de robarle. La joven se la envió a unos cuantos amigos para anunciarles que había dado a luz.

"No nos vamos a separar de Aimar hasta que tenga 30 años"

Paco y Laura

— Padres del recién nacido

Laura y Paco, los padres de Aimar, posan hoy felices en la portada del diario de Bilbao. Padre de otra hija mayor, anuncian, entre risas, que no se van a separar de su bebé hasta que cumpla 30 años y comentan que Aimar va a tener siempre dos cumpleaños: el día que nació y día en el que la policía se lo entregó a sus padres tras unas horas de pesadilla.

La película de terror comenzó a las nueva de la noche del miércoles, cuando Mireia, ataviada con el uniforme blanco de Osakidetza (el servicio vasco de salud) entró en la habitación donde Laura descansaba con su bebé. Mireia, según explicó ayer el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, había intentado robar otros bebés en otras habitaciones desde las seis de la tarde.

Precedentes en San Sebastián

El protocolo sanitario en Euskadi ordena que todos los recién nacidos deben salir de la habitación acompañados por un progenitor o familiar autorizado. La normativa se aprobó en junio de 2014, después de que una mujer de 36 años intentara secuestrar a un recién nacido en el Hospital Donostia, donde hacía dos años había ocurrido un caso similar.

El protocolo sanitario en Euskadi ordena que todos los recién nacidos deben salir de la habitación acompañados por un progenitor o familiar autorizado

Tras varios intentos frustrados, la presunta ladrona entró en la habitación de Laura, que no sospechó de ella. Como tardaba mucho, empezó a preocuparse. Su marido y ella preguntaron a los responsables del hospital, pero nadie les supo decir dónde estaba Aimar. Pedro avisó a un taxista para que alertara a todos sus compañeros por la emisora y la policía vasca comenzó un despliegue por la ciudad. Las autoridades difundieron por la redes sociales las imágenes de la ladrona captadas por las cámaras de seguridad de Basurto y pidieron la colaboración ciudadana.

Leche de fórmula y biberones

A esas horas, Mireia -que tras salir del hospital compró leche de fórmula y biberones en una farmacia- estaba en casa de una amiga. Le dijo que acababa de dar a luz y que no tenía dónde quedarse. La amiga no sospechó y la acogió en su casa. Fue ella la que le hizo las fotos con el recién nacido.

Tras pasar la noche en casa de su amiga, Mireia decidió huir porque el rapto de Aimar ya era noticia de portada. Una vez en la calle, fue a un edificio de viviendas cercano y dejó al bebé en el felpudo de un octavo piso. Llamó al timbre y huyó. La propietaria de la casa, cuando abrió la puerta, no se podía creer lo que estaba viendo. Acababa de escuchar y leer la noticia, así que lo tuvo claro: es el bebé que han robado.

En declaraciones a los periodistas, el hijo de la dueña de la vivienda comentó que el pequeño estaba en perfectas condiciones, limpio e intacto. La mujer, Alicia, se puso nerviosa y llamó rápidamente al 112. Los agentes tardaron pocos minutos en llegar. "Mi madre estaba histérica y atacada, pero todo ha salido bien. El bebé estaba muy tranquilo, casi dormido", explicó el joven, que insistió en que ni él ni su madre vieron a la presunta ladrona.

Los médicos acudieron a casa de Alicia y se pusieron en contacto con Pedro y Laura para darles la mejor noticia de sus vidas: su bebé estaba sano y salvo. Tranquilo, bien vestido, alimentado y en perfectas condiciones.

Faltaba la última pieza del puzzle: encontrar a Mireia. La Ertzaintza peinó todo Bilbao. Fue definitiva la llamada a los agentes de unos vecinos, que alertaron de que acaban de ver cerca de un frontón a la presunta ladrona en un parque junto a otra persona. Era, efectivamente, Mireia.

Una vez arrestada, la joven pasará a disposición judicial. Tras dos días de horror, ahora los agentes y los jueces tendrán que determinar qué pasó y por qué pasó.

La otra pregunta -cómo pudo pasar- tiene una explicación más fácil. A pesar de los protocolos, la realidad es que Basurto es un hospital muy grande, con cuatro entradas principales y donde, en realidad, puede entrar cualquiera. En declaraciones a 'El Correo', una enfermera dejó claro que los sanitarios están para ocuparse de la salud de los pacientes y no para controlar visitas.