Educación

Una profesora da una bofetada a un alumno en Alicante y Educación le cambia a él de instituto

Los padres denuncian los hechos en un centro de Alicante y esperan el juicio porque no quieren que “otros niños pasen por la situación que sufre nuestro hijo”

Madre del menor al que trasladan de centro tras abofetearle una docente.

Madre del menor al que trasladan de centro tras abofetearle una docente. / Alex Domínguez

Victoria Bueno

Pónganse en situación. Actividad de simulacro de incendio en un instituto de Alicante. Entre el barullo que se monta, uno de los alumnos de primero de la ESO, con 12 años, pregunta a la tutora si tienen que correr, y recibe una bofetada.

Así lo declaran los padres ante la Comisaría en Alicante tres meses después, -el simulacro tuvo lugar en diciembre-, empujados porque desde entonces, aseguran, el “acoso y ninguneo” en el centro hacia su hijo ha sido “constante”.

Aislado por sus compañeros

Pese a que se incorporó a este centro con los mismos compañeros procedentes del colegio en el que cursó toda la Primaria, el niño, siempre según la versión de sus padres, se ve aislado por sus compañeros “fruto de las maledicencias de parte del profesorado” a raíz de la bofetada.

“Decidimos no denunciar de entrada, porque en reunión con la dirección dijeron que tomarían medidas tras la bofetada, pero no se ha elevado expediente alguno a Educación a pesar de haberlo solicitado”, indican los padres.

Testigos de la "manía" que le tienen a su hijo

Ponen de testigos a toda la clase porque les llegan comentarios del alumnado sobre la manía que tienen los profesores a su hijo.

Lo narran angustiados por la deriva que perciben en el menor. Un niño que arrancó Primaria con sobresalientes y notables, y las mejores notas en Valores Cívicos, que salió de colegio con una valoración media de bien, y que en primero de ESO en el instituto, la primera evaluación la ha sacado justita de suficientes, pero que en la segunda ya figuran “todo insuficientes”. "Hay algún profesor que le pone en primera fila y nos cuenta que el niño actúa bien si se le tiene en cuenta".

Visiblemente emocionada por “lo que puede estar sufriendo mi hijo”, y de forma completamente serena, la madre va narrando situaciones que le ha ido comentando el niño que acaba de cumplir los 13 años. Como el vacío de los compañeros a la hora de invitarle a cumpleaños o a relacionarse con él, influenciados por la tutora, aseguran los padres.

“Dice que es una mala influencia para los demás, que siempre quiere interrumpir cuando solo es inquieto. Nunca se le ha abierto ningún parte, aunque los castigos sean constantes a la vista de sus compañeros”, interviene el padre.

"Se siente culpable y no quiere volver a clase"

“Afectado por esto, mi hijo ha cambiado el carácter, se siente culpable y confiesa que no quiere volver a clase” abunda la madre entre lágrimas, hecho que a su vez emociona al padre. Así lo ha hecho constar también en la denuncia formal ante la Policía, como ha podido constatar este diario.

“Cuando pedimos explicaciones a la profesora, reconoció que se le había ido de las manos, que no quería darle tan fuerte, pero posteriormente ha ido diciendo a los demás compañeros que no se junten con él”. Admiten los padres que su hijo está en la edad, que es inquieto pero que siempre ha sido correcto y que últimamente se calla las cosas, aunque ha llegado a abrazar a su madre “pidiéndome perdón y diciendo que se quiere morir, que para qué ha nacido”. Aunque le han hecho ver que eso no puede decirlo para llamar la atención, los padres no dejan de angustiarse.

Afirman que sus recomendaciones al niño siempre han sido las de atender a lo que le digan los profesores, que nunca le han tratado de poner en contra de los docentes, aseveran. “Pero que tu hijo diga que se quiere morir es muy fuerte”, añade el padre visiblemente afectado.

Este pasado mes de febrero, el pediatra que lo trata le detectó ansiedad y elevó una interconsulta hacia el servicio de psiquiatría infantil en el Centro de Salud Mental Infantil de San Vicente, advirtiendo de que hace ya un año que se solicitó la atención de este servicio para el mismo alumno.

"En lugar de ayudarle le han hundido totalmente"

Entonces estaba en el colegio, en sexto curso, y los padres señalan que problemas serios fuera de los de cualquier adolescente no los ha tenido nunca. “Es inquieto y le gusta llamar la atención” admiten, “pero eso no justifica el trato que recibe en el instituto. No han tenido paciencia ni pedagogía. En lugar de ayudarle le han hundido totalmente. Solo quiere que le escuchen e interrumpe, pero el trato docente es muy decepcionante”.

Este diario se ha puesto en contacto con el centro educativo para recoger la versión de los hechos de la profesora y de la dirección, sin haber obtenido respuestas al respecto.

Desde la Conselleria de Educación sopesan que “se va a autorizar el traslado al centro que solicita la familia, que en este caso en concreto dispone de plazas vacantes”.

Pese a que el registro por escrito de la solicitud del “cambio urgente de centro” firmado por la madre data de hace más de diez días, como consta en el registro de entrada al que ha tenido acceso este diario, -y después de haberlo solicitado repetidas veces de modo verbal, según concretan-, desde Educación se afirma que no ha habido constancia de dicha solicitud por escrito hasta este martes, y que cuando se solicita un traslado de centro, si el colegio o instituto al que quiere ir la familia dispone de plazas vacantes en el nivel que se solicita, se concede automáticamente. “En este caso en concreto el centro que solicita la familia dispone de plazas vacantes y se va a autorizar el traslado”, precisan desde la conselleria.

Habrá juicio

Sobre las posibles medidas de intervención educativa al respecto, - los padres insisten en que piden el cambio de centro “a la vista de la actitud en el centro educativo” que, entienden, “no es la adecuada hacia ningún menor en una situación así”-, los responsables educativos apuntan que “la familia ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil y, al recurrir a la vía judicial, se cierra la vía administrativa. Por tanto, serán los tribunales los que se pronuncien” concretan.

Los padres concluyen indicando haberse sentirse desamparados por parte de los responsables del instituto, y explican su denuncia por este motivo y porque quieren hacer todo lo que esté en su mano por mejorar el estado de su hijo, que advierten que empeora yendo al centro educativo.