El Alto Tribunal confirmó hoy la sentencia de una corte de Tokio de marzo de 2007, en la que se sostenía que Horie, de 35 años, desempeñó un "papel primordial" en los delitos, según informa la agencia local Kyodo.

El fundador de Livedoor, que siempre mantuvo su inocencia, había apelado esa sentencia alegando que la fiscalía le habían hecho una "encerrona" y se prevé que también recurra en última instancia al Supremo.

El fiscal reclamó en ese juicio cuatro años de prisión para Horie por supuestos fraudes financieros y violación de las leyes bursátiles, en un caso que sacudió a la clase empresarial japonesa e hizo tambalearse a la Bolsa de Tokio, en enero de 2006.

Horie estaba considerado un empresario emblemático de la joven economía "puntocom" y modelo de una nueva clase de ejecutivos innovadores japoneses hasta que fue detenido por manipular los resultados financieros de Livedoor.

El ex presidente de Livedoor y otros cuatro directivos fueron acusados de manipular las cifras financieras de 2004 para elevar el valor de la empresa en la bolsa, mostrando ganancias de 5.000 millones de yenes (46,6 millones de dólares) cuando en realidad la firma tenía pérdidas.

En la vista oral celebrada en febrero en el Tribunal Superior de Tokio, el defensor de Horie calificó de "poco razonable" la condena de cárcel para el empresario, por considerar que otros acusados de fraude fiscal en Japón no tuvieron que ingresar en prisión.

"Este es un caso menor, si se tienen en cuenta otros casos de fraude en los que ha habido mayores pérdidas", alegó entonces el letrado.