Investigadores de la Universidad Agrícola de Huazhong, en China, y del Servicio de Investigación Agrícola del Departamento de Agricultura de Estados Unidos han comprobado en una reciente investigación que las hormigas desarrollan sofisticadas capacidades cognitivas, logrando utilizar herramientas y modificar estructuras de acuerdo a sus propias necesidades y a las del entorno. Según una nota de prensa de la British Ecological Society, es la primera vez que se observa y se verifica esta habilidad en invertebrados.

La capacidad para utilizar herramientas con ductilidad y con un propósito concreto es uno de los indicadores del grado de sofisticación cognitiva de una especie. Hasta el momento se había apreciado en los primates e incluso en algunas variedades de aves. En el caso de los invertebrados, se pensaba que no podían superar un uso lineal y limitado.

Aunque se conocía la habilidad de las hormigas para trasladar alimentos e incluso utilizar distintos soportes con ese objetivo, los entomólogos quedaron sorprendidos frente a la reacción de la hormiga Solenopsis richteri Forel, una variedad nativa de América del Sur pero que se encuentra en Estados Unidos como una especie invasora.

Capacidad de adaptación

En el marco de un experimento, se les proporcionaron pequeños recipientes de agua azucarada, en los cuales las hormigas pudieron flotar gracias a sus exoesqueletos hidrófobos y alimentarse. Sin embargo, una posterior incorporación de surfactante redujo la tensión superficial. Ahora, las hormigas no solamente no podían acceder al alimento sino que además corrían riesgo de ahogamiento.

Frente a esto, los invertebrados comenzaron a depositar granos de arena que los investigadores habían aportado en cada uno de los recipientes. Gracias a la ingeniosa solución, las hormigas evadieron el riesgo de ahogamiento y comenzaron a retirar nuevamente el agua azucarada. En otras palabras, reaccionaron frente a una presión del entorno, adaptando una herramienta para satisfacer sus propias necesidades y mitigar un riesgo.

Estructuras eficientes

Los científicos comprobaron que las estructuras de arena desarrolladas por las hormigas eran extremadamente eficientes. Gracias a ellas, lograron extraer casi el 50 % del agua azucarada de los contenedores en cinco minutos. Vale destacar que la arena ya estaba al alcance de las hormigas antes de la variación en las condiciones de los recipientes, pero no había sido utilizada. Esto demuestra que usaron la herramienta con un enfoque adaptativo.

El estudio comprueba que las hormigas no solamente logran reconocer el incremento de los riesgos en la búsqueda de alimento, sino que también pueden llevar adelante los ajustes correspondientes a su estrategia, utilizando una herramienta específica con ese fin. De esta manera, los invertebrados serían mucho más flexibles de lo pensado en el uso de sus herramientas, sobretodo cuando se trata de enfrentar desafíos ecológicos.

El hallazgo sugiere que las hormigas y otros insectos sociales pueden tener capacidades cognitivas complejas, algo que hasta el momento se consideraba imposible. Hacia el futuro, los científicos buscarán concretar los mismos resultados con otras variedades de hormigas y con otras especies de invertebrados de comportamiento social.

Referencia

Ants adjust their tool use strategy in response to foraging risk. Zhou A, Du Y, Chen J. Functional Ecology (2020).DOI:https://doi.org/10.1111/1365-2435.13671

Foto:

Las hormigas durante el experimento, diseñado las estructuras que les permitan extraer el agua azucarada sin ahogarse. Imagen: British Ecological Society.