Ciencia solar

Una sorpresiva tormenta solar golpeó a la Tierra

La inesperada tormenta solar coincidió con la extraña alineación de cinco planetas

Una de las auroras provocadas por la sorpresiva tormenta solar.

Una de las auroras provocadas por la sorpresiva tormenta solar. / Crédito: Harlan Thomas.

Pablo Javier Piacente

Los expertos no han podido determinar aún las causas del extraño evento geomagnético sucedido entre el 25 y el 26 de junio: la tormenta fue lo suficientemente fuerte como para crear fluctuaciones débiles en la red eléctrica, causar impactos menores en la operación de satélites, interrumpir las habilidades de navegación de algunos animales migratorios y causar auroras inusualmente fuertes.

Una corriente de partículas supercargadas del Sol impactó recientemente contra la Tierra sin previo aviso: la tormenta solar estalló contra la Tierra justo antes de la medianoche del 25 de junio y continuó durante la mayor parte del 26 de junio, según informa Spaceweather. Los científicos la clasificaron como una tormenta de clase G1, indicada como "potencialmente perturbadora".

El misterioso evento alcanzó la suficiente intensidad como para generar leves oscilaciones en la red de electricidad, problemas con los satélites, confundir a las especies animales con hábitos migratorios y producir impresionantes auroras, que pintaron el cielo en distintas zonas del planeta. La realidad es que los investigadores no logran comprender aún los motivos que propiciaron el fenómeno. 

¿Fue por la enorme mancha solar?

Sin embargo, en principio se relacionó a la súbita tormenta solar con una mancha solar gigante, conocida como AR3038, que amenazó a nuestro planeta la semana pasada. Vale recordar que la enorme mancha duplicó su tamaño en un período de 24 horas y alcanzó un diámetro máximo de más de 2,5 veces el tamaño de la Tierra. 

En ese momento, la abismal mancha solar despertó temores de que una eyección de masa coronal (CME, según las siglas en inglés) pudiera golpear con fuerza a la Tierra, pero la mancha solar finalmente se alejó de nuestro planeta a medida que el Sol giraba. Los especialistas no han logrado confirmar aún si la gigantesca mancha solar y la sorpresiva tormenta solar estuvieron conectadas de alguna forma.

Una extraña alineación planetaria

Al mismo tiempo, según un artículo publicado en Live Science algunos científicos establecieron una relación entre el evento geomagnético y el pico de una inusual alineación de cinco planetas, donde Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno se alinearon en el cielo en orden de proximidad al Sol, un suceso que no ocurría desde 1864. 

Fue así que entre los días 25 y 26 de junio una gran cantidad de astrónomos aficionados en el hemisferio norte pudieron capturar imágenes de las sorpresivas auroras producidas por la tormenta solar, mientras al mismo tiempo fotografiaban los 5 planetas perfectamente alineados. ¿Fue solo una coincidencia o existió algún tipo de relación?

Otras posibles explicaciones

Otra alternativa es que la extraña tormenta fuera causada finalmente por una eyección de masa coronal como se pensó en un principio. Se trata de grandes emanaciones de plasma solar con un campo magnético incrustado, que es expulsado de una mancha solar. Sin embargo, tampoco se pudo determinar fehacientemente este origen.

Ahora, muchos especialistas creen que se debió a un evento más extraño: una región de interacción co-rotante (CIR, en inglés) definida por los científicos como una zona de transición entre corrientes de viento solar de movimiento lento y rápido. Al parecer, en estas regiones se crean acumulaciones de plasma que pueden desencadenar repentinamente ondas de choque, similares a una eyección de masa coronal pero sin manchas solares relacionadas. Debido a esto, son mucho más difíciles de detectar en la superficie del Sol. 

Vale destacar que el viento solar que golpeó a la Tierra el 25 y 26 de junio alcanzó un máximo de velocidad de alrededor de 2,52 millones de kilómetros por hora, un dato similar a registros obtenidos en el pasado de fenómenos CIR. Para concluir, existe cierta preocupación en la comunidad científica porque durante el resto de junio se había registrado una caída en la actividad solar, violentamente interrumpida por esta combinación de fenómenos.