Arqueología

El campo magnético terrestre certifica los relatos bélicos del Antiguo Testamento

Confirma las fechas bíblicas en las que tuvieron lugar las campañas bélicas contra los reinos de Israel y de Judea

Pared de ladrillos de barro quemado de Tel Batash (Timnah bíblica) con marcas de la orientación del campo magnético.

Pared de ladrillos de barro quemado de Tel Batash (Timnah bíblica) con marcas de la orientación del campo magnético. / Yoav Vaknin/TAU

Redacción T21

El campo magnético terrestre confirma la veracidad de los relatos bíblicos del Antiguo Testamento sobre las campañas militares egipcias, arameas, asirias y babilónicas, que tuvieron lugar contra los reinos de Israel y de Judea durante los siglos X al VI antes de Cristo.

Una investigación de la Universidad de Tel Aviv (TAU) y de la Universidad Hebrea de Jerusalén, en la que participaron 20 científicos de diferentes países y disciplinas, ha verificado los relatos bíblicos de las campañas militares egipcias, arameas, asirias y babilónicas contra los reinos de Israel y Judea.

La Biblia y otros textos antiguos del Cercano Oriente describen campañas militares egipcias, arameas, asirias y babilónicas en el sur de Levante durante los siglos X al VI a. C.

Los arqueólogos han analizado muchas capas de destrucción que datan de ese período y las han vinculado a batallas específicas de las que se ha podido datar las fechas en las que ocurrieron.

Vestigios de una destrucción pasada

En arqueología, una capa de destrucción es un estrato encontrado en la excavación de un sitio arqueológico que muestra evidencia de una destrucción pasada, sea por causas naturales o por una acción militar.

A pesar de las precisiones conseguidas en algunos casos, que confirman la fiabilidad de los relatos bíblicos, hay capas de destrucción relativas a otros episodios que no han permitido reconstruir con precisión las diferentes campañas militares y que plantean dudas sobre la historicidad de la narración bíblica.

La datación por radiocarbono, que utiliza el isótopo radioactivo carbono para determinar la edad de materiales, no se puede aplicar a gran parte de la narración bíblica debido a un problema de calibración que abarca alrededor del año 800 al año 400 a. C., lo que ha impedido a los historiadores comprobar algunos episodios ocurridos en esos años según el Antiguo Testamento.

Laguna cubierta

Esta es la laguna que ha venido a cubrir la nueva investigación, que se basa en la así llamada datación arqueomagnética: combina el relato del texto bíblico con las fuentes históricas extrabíblicas y con los objetos excavados científicamente, para datar con precisión, en este caso, las capas de destrucción de conquistas militares descritas en el Antiguo Testamento.

Los investigadores explican que hallazgos arqueológicos como fragmentos de cerámica, ladrillos, tejas y hornos registran el campo magnético de la Tierra mientras se queman a altas temperaturas, lo que hace que sus minerales magnéticos se vuelvan a magnetizar en la dirección y magnitud del campo terrestre cuando se calientan.

El campo geomagnético es generado por el núcleo exterior de la Tierra, a una profundidad de 2.900 km, por corrientes de hierro líquido. Debido al movimiento caótico de este hierro, el campo magnético cambia con el tiempo.

La flecha magnética

Hasta hace poco, los científicos creían que se mantenía bastante estable durante décadas, pero la investigación arqueomagnética ha rebatido esta suposición al revelar algunos cambios extremos e impredecibles del campo magnético en la antigüedad.

En la nueva investigación, los científicos reconstruyeron la dirección e intensidad del campo magnético de la Tierra registrado en 20 capas de destrucción que fueron expuestas en 17 sitios arqueológicos diferentes y en dos conjuntos de cerámica. El estudio incluyó el análisis de 1.186 especímenes de 144 muestras y probó la dirección e intensidad magnética.

Este análisis arqueomagnético reveló que los episodios bélicos del Antiguo Testamento que habían sido datados por métodos tradicionales coincidían en general con la información magnética que ofrecen las capas de destrucción analizadas.

La Biblia tenía razón

También esclareció una discusión sobre cuándo ocurrió la destrucción de Beth Shean. La fecha de la desaparición de esta ciudad no ha estado nunca clara y se había especulado con que habría ocurrido alrededor del año 830 a.C.

Sin embargo, la nueva investigación, siguiendo la pista que arroja el magnetismo de los objetos arqueológicos de la ciudad destruidos en la batalla, ha determinado que tuvo lugar mucho antes.

La investigación establece que la ciudad fue destruida entre 70 y 100 años antes de lo que se pensaba hasta ahora y que coincide en el tiempo con el momento de la campaña militar del faraón egipcio Shoshenq, según señalan los investigadores.

Lo curioso es que este resultado coincide con la descripción de esta campaña de Tierra Santa que está descrita en la Biblia y en una inscripción en un muro del Templo de Amón en Karnak, Egipto, que menciona a Beth-Shean como una de sus conquistas, según se explica en un comunicado.

El arqueomagnetismo certifica por tanto que el relato bíblico es el que realmente ocurrió, y no el que se había atribuido hipotéticamente a Jazael, un rey de Aram-Damasco que gobernó gran parte de Siria y del Reino de Israel hasta el año 796 a. C.

Más ejemplos

Este es solo un ejemplo de lo que puede conseguir la metodología aplicada en esta investigación, que cubre una curva estadística llamada Curva Arqueomagnética Levantina o “LAC”: abarca un radio de 1.000 a 1.500 kilómetros en el que se encuentran Turquía, el norte de Egipto, Tierra Santa, Siria e incluso más allá, destaca al respecto el diario The Times of Israel.

Otro de los hallazgos más interesantes revelados por el nuevo método de datación tiene que ver con el fin del Reino de Judea, que no se conoce muy bien.

Algunos investigadores, basándose en evidencia arqueológica, argumentan que el Reino de Judea no fue completamente destruida por los babilonios. La nueva investigación confirma que los babilonios no fueron los únicos responsables de la desaparición final de Judea, sino que pudo ser destruido también por los edomitas, tal como sugiere la Biblia.

Referencia

Reconstructing biblical military campaigns using geomagnetic field data. Yoav Vaknin et al. PNAS, October 24, 2022, 119 (44) e2209117119. DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2209117119