Antropología

El bipedalismo humano evolucionó gracias a los árboles

No fue necesario que nuestros ancestros bajaran de los árboles hacia terrenos despejados para comenzar a caminar erguidos: lo hicieron directamente en los árboles

El bipedalismo, o caminar sobre dos pies, es una característica definitoria de los humanos en comparación con otros simios.

El bipedalismo, o caminar sobre dos pies, es una característica definitoria de los humanos en comparación con otros simios. / Crédito: Universidad de Kent.

Pablo Javier Piacente

Luego de analizar un grupo de chimpancés salvajes en Tanzania, un equipo de investigadores sugiere que los primeros homínidos pueden haber comenzado a caminar sobre dos pies en principio en los árboles: de esta manera, no habría sido necesario un hábitat más abierto y seco para que el bipedalismo se imponga y progrese en la historia evolutiva humana.

Una nueva investigación realizada por científicos de la Universidad de Kent y el University College London, ambos de Reino Unido, y la Universidad de Duke, en Estados Unidos, se ha enfocado en el estudio de una comunidad de chimpancés orientales en el valle de Issa, en Tanzania, obteniendo la primera prueba en un simio vivo del papel real que cumplieron los hábitats boscosos de sabana como catalizadores del bipedalismo humano, la costumbre de caminar erguidos sobre dos piernas que nos caracteriza.

Según una nota de prensa, descubrieron que los espacios más abiertos no propiciaron el bipedalismo, sino que el comportamiento evolucionó en los mismos árboles. De acuerdo a las conclusiones del nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Science Advances, no fue imprescindible que las zonas más boscosas se despejaran para que los antepasados de los seres humanos actuales adquirieran la costumbre de caminar erguidos. Al parecer, todo indica que ya lo hacían sobre los árboles y que no necesitaron bajar a terrenos áridos.

¿Por qué caminamos erguidos?

Hasta el momento, sigue siendo un misterio por qué únicamente los homínidos entre los simios comenzaron a caminar sobre dos pies. Se han propuesto numerosas hipótesis sobre por qué nuestros antepasados comenzaron a moverse de forma bípeda, como por ejemplo para ahorrar energía al viajar, para transportar objetos, para alcanzar frutas o para poder ver sobre la hierba alta. Todas estas hipótesis tienen una cosa en común: se basan en que nuestros antepasados bajaron de los árboles para caminar erguidos en el suelo, a medida que sus hábitats se volvían más abiertos y secos y los árboles se retiraban.

En consecuencia, se piensa que el bipedalismo evolucionó cuando los hábitats caracterizados por frondosos bosques dieron lugar a ambientes como las sabanas boscosas, que combinan espacios de vegetación y bosques con áreas secas y abiertas. De esta manera, nuestros ancestros habrían bajado de los árboles y, al tener que desplazarse por zonas más amplias y despejadas, se habrían erguido y comenzado a caminar sustentados en sus dos piernas.

El bipedalismo nació en los árboles

Para comprobar esta hipótesis, el grupo de científicos liderado por Rhianna Drummond-Clarke estudió a una comunidad de chimpancés salvajes en Tanzania, en un entorno similar al de nuestros primeros ancestros humanos: un hábitat más seco con menos árboles, mezclado con un bosque más denso. ¿Qué pudieron observar? Que los chimpancés de estos ambientes pasaban la misma cantidad de tiempo sobre los árboles, o incluso más, que los chimpancés que habitan los bosques más tupidos.

Además, cuando practicaban el bipedalismo casi siempre lo hacían en los árboles, en lugar de hacerlo en el suelo como indicaban las teorías en vigencia. De esta manera, el estudio revela que menos árboles no conduce necesariamente a más tiempo en el suelo. Si bien no está claro por qué los chimpancés de las sabanas boscosas pasan tanto tiempo en los árboles, a pesar de contar con un hábitat más abierto, la investigación sugiere que los primeros homínidos pueden haber comenzado a practicar el bipedalismo inicialmente en los árboles, y que no fue necesario un cambio de hábitat para que esta costumbre evolucionara.

Referencia

Wild chimpanzee behavior suggests that a savanna-mosaic habitat did not support the emergence of hominin terrestrial bipedalism. Rhianna Drummond-Clarke et al. Science Advances (2022). DOI:https://doi.org/10.1126/sciadv.add9752