Ciencias Planetarias

Asteroides intactos durante más de 4.200 millones de años podrían amenazar a la Tierra

Si no son detectados a tiempo, no podrían ser desviados mediante la técnica que utilizó la misión DART para alterar la órbita del asteroide Dimorphos

Recreación artístico de colisiones catastróficas entre asteroides ubicados en el cinturón entre Marte y Júpiter.

Recreación artístico de colisiones catastróficas entre asteroides ubicados en el cinturón entre Marte y Júpiter. / Créditos: NASA/JPL-Caltech, CC BY.

Pablo Javier Piacente

Nuestro Sistema Solar está lleno de asteroides que han permanecido intactos vagando por el espacio durante miles de millones de años: son particularmente difíciles de destruir, por lo que no podrían ser desviados de su órbita si la Tierra se viera amenazada por uno de ellos, a no ser que se recurriera a una explosión nuclear en el espacio.

Investigadores de la Universidad de Curtin, en Australia, analizaron muestras de un asteroide del tipo conocido como “pila de escombros” y concluyeron que esta variedad de rocas espaciales no solo son casi indestructibles, sino que además podrían sobrevivir intactas durante más de 4.200 millones de años y serían más abundantes en el Cinturón de Asteroides entre Marte y Júpiter de lo que se pensaba anteriormente. 

Una nueva amenaza

Si una de estos asteroides se dirigiera directamente hacia nuestro planeta y no fuera detectado con la suficiente antelación, se convertiría en una amenaza real para la Tierra, ya que no podría ser detenido con la técnica que empleó la misión DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA. En septiembre de 2022, DART impactó con éxito en el asteroide Dimorphos. El objetivo de esta misión fue probar si podíamos desviar un asteroide al impactarlo con una pequeña nave espacial, y fue un éxito contundente.

Sin embargo, esta metodología sería inútil si un asteroide de “pila de escombros” pasa inadvertido para los sistemas de detección y entra en rumbo directo de colisión contra la Tierra. Los científicos australianos, dirigidos por el profesor Fred Jourdan, llegaron a esta conclusión luego de estudiar tres diminutas partículas de polvo recogidas de la superficie del antiguo asteroide de “pila de escombros” Itokawa, a partir de muestras devueltas a la Tierra por la sonda Hayabusa 1 de la Agencia Espacial Japonesa (JAXA).

Montones de escombros

De acuerdo a una nota de prensa, a diferencia de los asteroides monolíticos, Itokawa no es un solo trozo de roca, sino que pertenece a la familia de los asteroides “pila de escombros”: esto significa que está hecho completamente de cantos rodados y rocas sueltas, y que además el 50 % de su composición es espacio vacío

El enorme impacto que destruyó al asteroide monolítico “padre” de Itokawa y derivó en su separación ocurrió hace al menos 4.200 millones de años. Un tiempo de supervivencia tan largo para un asteroide del tamaño de Itokawa, que posee 500 metros de largo y actualmente se encuentra a 2 millones de kilómetros de la Tierra, se atribuye a la naturaleza amortiguadora del material de la pila de escombros. En resumen, los científicos descubrieron que Itokawa es como un “colchón espacial” gigante y muy difícil de destruir.

Según un artículo escrito por el propio Jourdan en “The Conversation”, los resultados del nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), indicarían que este tipo de cuerpos serían mucho más numerosos de lo que se pensaba hasta hoy y que podrían mantenerse sin un rasguño prácticamente desde los inicios del Sistema Solar.

¿Una explosión nuclear en el espacio?

Al ser un montón de escombros, Itokawa y los asteroides de su tipo tienen alrededor de un 40% de porosidad. Debido a esto, las colisiones constantes simplemente aplastarán los espacios vacíos entre las rocas, en lugar de romper las rocas mismas. Esta es la causa por la cual los asteroides “pila de escombros” sobreviven intactos durante tanto tiempo y son tan difíciles de destruir.

En consecuencia, tales asteroides representan una gran amenaza para la Tierra y realmente necesitamos comprenderlos mejor. Si bien la misión DART logró empujar la órbita del asteroide al que apuntaba, la transferencia de energía cinética entre una pequeña nave espacial y un asteroide de “pila de escombros” es muy pequeña. 

De esta manera, si hubiera una amenaza inminente e imprevista para la Tierra en forma de un asteroide de esta clase que se aproximara a nuestro planeta, necesitaríamos un enfoque más agresivo. Por ejemplo, los científicos creen que es posible que debamos usar la onda de choque de una explosión nuclear en el espacio, ya que las grandes explosiones podrían transferir mucha más energía cinética a un asteroide de este tipo y, por lo tanto, alejarlo.

Referencia

Rubble pile asteroids are forever. Fred Jourdan et al. PNAS (2023). DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2214353120