Astronomía

Detectan misteriosas señales de radio provenientes de una estrella muerta y su compañera

Las interacciones magnéticas entre una enana roja y una enana blanca sacuden al cosmos con pulsos repetitivos: los científicos están desvelando sus misterios

Impresión artística de una enana roja (izquierda) y una enana blanca (centro) orbitando entre sí. La órbita es tan apretada que sus campos magnéticos interactúan, causando pulsos de emisión de radio cada dos horas.

Impresión artística de una enana roja (izquierda) y una enana blanca (centro) orbitando entre sí. La órbita es tan apretada que sus campos magnéticos interactúan, causando pulsos de emisión de radio cada dos horas. / Crédito: Daniëlle Futselaar/artsource.nl

Pablo Javier Piacente / T21

Los astrónomos han rastreado la fuente de una extraña señal de radio proveniente del espacio profundo, que se repite exactamente cada dos horas. Se trata del ritmo al que chocan los campos magnéticos de un par de estrellas que se mueven en una órbita muy apretada, a unos 1.600 años luz de distancia de la Tierra.

Un equipo internacional de astrónomos liderado por la Universidad Northwestern, en Estados Unidos, ha identificado por primera vez una serie de enigmáticos pulsos de radio que emanan de un sistema binario, compuesto por una enana blanca y una enana roja. El hallazgo, que se resume en un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Nature Astronomy, explica cómo la interacción entre estas dos estrellas provoca emisiones de radio exactamente cada dos horas.

Vale recordar que una enana blanca es el núcleo remanente de una estrella que agotó su combustible nuclear, o sea una estrella muerta. Por otro lado, una enana roja es una estrella pequeña y fría en comparación con el Sol pero en plena actividad, que constituye la variedad estelar más numerosa en el Universo. 

La investigación fue liderada por la científica Iris de Ruiter, en colaboración con el astrofísico Charles Kilpatrick. De Ruiter descubrió inicialmente estos pulsos al analizar datos archivados del Low Frequency Array (LOFAR), el radiotelescopio más grande que opera en las frecuencias más bajas observables desde la Tierra. Al revisar estos datos, confirmó que el primer pulso apareció en 2015 y, posteriormente, se registraron seis pulsos adicionales en la misma región del cielo.

Cada dos horas

Cada pulso, semejante a un breve destello de luz pero en señales de radio, tiene una duración que varía entre algunos segundos o minutos. Sin embargo, una condición resulta particularmente intrigante: estos pulsos se repiten a intervalos regulares, como un reloj cósmico que marca cada dos horas. Aunque se han detectado numerosos estallidos rápidos de radio o FRB, los pulsos observados en este estudio representan eventos mucho más inusuales.

Según una nota de prensa, el equipo de investigación realizó observaciones adicionales utilizando el Observatorio MMT en Arizona y el Observatorio McDonald en Texas. Los seguimientos indicaron que la fuente de los pulsos no era una sola estrella intermitente, sino dos estrellas que pulsan conjuntamente. Ubicadas a 1.600 años luz de distancia de la Tierra, estas dos estrellas orbitan alrededor de un centro de gravedad común, culminando una revolución completa cada 125,5 minutos.

 "Las líneas espectroscópicas en estos datos nos permitieron determinar que la enana roja se mueve hacia adelante y hacia atrás muy rápidamente, exactamente como esperaríamos si estuviera orbitando una enana blanca", explicó Kilpatrick en el comunicado. La interacción entre las dos estrellas es tan intensa que sus campos magnéticos se entrelazan, provocando emisiones de radio cada vez que se acercan lo suficiente.

Un hallazgo significativo

Los científicos explicaron que este fenómeno es similar a cómo las partículas cargadas en la atmósfera terrestre interactúan con el campo magnético del planeta para producir auroras. En este caso, la interacción es mucho más potente, debido a las fuerzas gravitacionales y magnéticas involucradas.

Referencia 

Sporadic radio pulses from a white dwarf binary at the orbital period. I. de Ruiter et al. Nature Astronomy (2025). DOI:https://doi.org/10.1038/s41550-025-02491-0

 "Ahora sabemos que al menos algunos transitorios de radio de largo período provienen de sistemas binarios. Esperamos que esto motive a los radioastrónomos a localizar nuevas clases de fuentes que podrían surgir de binarias de estrellas de neutrones o magnetares", agregó Kilpatrick.

Este descubrimiento es significativo porque hasta el momento los astrónomos solo habían rastreado pulsos de radio largos hasta estrellas de neutrones altamente magnetizadas, conocidas como magnetares. La nueva investigación demuestra que el movimiento de las estrellas dentro de un sistema binario también puede producir ráfagas de radio de largo período.

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