Ciencias de la Tierra

Un enorme desierto en Asia se está transformando en un vergel gracias al cambio climático

Las ventajas de una reducción de la aridez pueden convertirse en peligros a largo plazo sin una gestión ambiental adecuada

El desierto de Thar se está convirtiendo poco a poco en un vergel.

El desierto de Thar se está convirtiendo poco a poco en un vergel. / Crédito: Wikimedia Commons.

Pablo Javier Piacente / T21

Los hallazgos de un nuevo estudio muestran que la ecologización del desierto de Thar ha sido impulsada principalmente por más lluvias durante las temporadas de monzones de verano, un aumento del 64% en las precipitaciones en general por el cambio climático y, en segundo lugar, por la infraestructura de riego que lleva el agua subterránea a la superficie fuera de la temporada de monzones.

A lo largo de las últimas dos décadas, el Desierto de Thar, también conocido como el Gran Desierto de la India, ha experimentado una transformación sorprendente. De acuerdo a BWSustainability, un estudio reciente, publicado en la revista Cell Reports Sustainability, desvela que esta vasta extensión desértica se ha vuelto un 38% más verde, un fenómeno impulsado principalmente por el aumento de las precipitaciones durante el monzón y la expansión de la agricultura en la región.

El estudio, realizado a partir del análisis de datos satelitales recopilados entre 2001 y 2023, encontró un incremento notable en la vegetación visible en las imágenes, algo que indica una regeneración natural en una zona caracterizada históricamente por la aridez, según un artículo publicado en Live Science. 

Beneficios y riesgos

Durante los últimos veinte años, la región no sólo ha registrado un aumento del 64% en las precipitaciones globales, sino que también ha sido testigo de una transformación en la estructura del paisaje. La modernización de infraestructuras de riego ha permitido que el agua del subsuelo emerja en períodos fuera del monzón, extendiendo su disponibilidad y fomentando el crecimiento de cultivos en terrenos antes inhóspitos.

La combinación entre estos factores naturales y las intervenciones humanas ha generado un escenario poco común en el mundo desértico. Con más de 16 millones de habitantes, el Desierto de Thar se ha convertido en el desierto más poblado del planeta. El incremento en la disponibilidad de agua y energía ha propiciado el auge tanto de áreas urbanas como agrícolas, dando lugar a un crecimiento de la productividad en la región. 

Según explicó Vimal Mishra, uno de los autores del estudio y profesor en el Instituto Indio de Tecnología de Gandhinagar, nunca se había registrado un fenómeno similar en otros desiertos del mundo, donde la urbanización, la agricultura y las lluvias han impactado en conjunto de manera tan pronunciada.

No obstante, estos cambios, aunque aparentemente beneficiosos, traen consigo desafíos importantes. La mayor humedad y el avance de la agricultura han contribuido a mejorar la seguridad alimentaria y a impulsar el desarrollo local, pero también han generado riesgos asociados. 

La necesidad de un manejo sostenible

El aumento irregular de las lluvias, que se manifiesta en eventos extremos, podría convertirse en un factor de inundaciones, dañando infraestructuras y viviendas. Además, la sobreexplotación del agua subterránea para fines de riego representa una amenaza latente, ya que podría agotar una fuente vital en el corto o mediano plazo.

Ante estos retos, los investigadores sugieren la implementación de prácticas sostenibles para la gestión del recurso hídrico. El uso de cultivos resistentes a la sequía, el aprovechamiento eficiente de la energía renovable y el desarrollo de infraestructuras adaptadas al cambio climático son medidas necesarias para asegurar que el crecimiento urbano y agrícola sea sostenible. 

Referencia

Greening of the Thar Desert driven by climate change and human interventions. Vimal Mishra et al. Cell Reports Sustainability (2025). DOI:https://doi.org/10.1016/j.crsus.2025.100364

Estas estrategias deben ser integradas en la planificación regional, para evitar un desequilibrio ecológico que comprometa tanto la biodiversidad nativa como los métodos tradicionales de agricultura nómada que han caracterizado al desierto. El cambio en el paisaje del Desierto de Thar es un claro ejemplo de cómo la influencia humana y los fenómenos climáticos pueden interactuar de maneras inesperadas. 

La transformación de un entorno ancestralmente árido en un espacio con mayor vegetación no solo refleja una adaptación ante el cambio climático, sino también la capacidad de las sociedades humanas para moldear su entorno. Sin embargo, la clave para aprovechar estos cambios reside en la implementación de políticas y prácticas de desarrollo que respeten y preserven el equilibrio natural.

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