La selección española regresó con la copa de campeón de la Eurocopa´08 en un vuelo de Innsbruck a Madrid, marcado por los últimos treinta minutos de cánticos de los jugadores, en los que pidieron la continuidad del seleccionador Luis Aragonés al ritmo de "nosotros no volvemos si el ´mister´ no está aquí".

Las caras de cansancio entre todos los internacionales fueron la nota dominante a su llegada al aeropuerto de Innsbruck, tras una noche de celebración por la victoria en la final de la Eurocopa ante Alemania.

Tras el recibimiento de las autoridades locales y la calurosa despedida del pueblo austriaco, con unos 500 seguidores con banderas de España, el avión partió hacía España a las 17.15 hora local.

En un Boing 757, en el que se había inscrito ´Campeones´ junto a la camiseta de la selección española, tomó la palabra el comandante, curiosamente el hijo de Milagros Díaz, que en la ida se asoció al milagro que debía ocurrir para que España fuese campeona, y tras recordar la anécdota felicitó a jugadores, trabajadores de la Real Federación Española de Fútbol y con especial cariño a Luis Aragonés.

"Le dedicamos el vuelo más feliz de su vida". Fue la primera frase dirigida al gran protagonista del regreso a casa. El seleccionador, sentado en la quinta fila de asientos mantuvo la misma serenidad que cuando sus jugadores terminaron homenajeándole. La primera anécdota del vuelo llegó con las azafatas. A la hora de dar las instrucciones de emergencia lo hicieron bailando, al ritmo de ´La Macarena´. Tras el despegue, algunos jugadores como Fernando Torres, autor del gol del triunfo de la final, aprovecharon para dormir y recuperar fuerzas para las horas posteriores de celebraciones.

La mayoría pasó el vuelo leyendo la prensa, comentando cada fotografía y bromeando. La última media hora de vuelo, de las dos horas y 43 minutos que duró, fue pura fiesta. Ante Ángel María Villar, presidente de la RFEF, y Fernando Hierro, director deportivo, los jugadores al unísono pidieron la continuidad de Luis Aragonés: "Mister quédate" y "Luis renovación", terminó dando paso al "nosotros no volvemos, si el ´mister´ no está aquí". Es una muestra del sentir de todos los futbolistas integrantes de la selección española.

Los cánticos eran repetidos al ritmo de palmadas y golpes que los jugadores daban en el techo. Posteriormente, Reina mostró toda su gracia y fue creando cánticos con frases que pasaron a la historia con Luis Aragonés. Así sonó el ´tengo el culo pelado´, ´los negros son azules´ o ´el dueño del juego, es el dueño del balón´. Nadie se inmutó durante los cánticos, era la hora de la fiesta de los jugadores y ni Villar ni Hierro se inmutaron. El avión aterrizó a las 19.40 horas con el cántico "Sí, sí, sí, la Copa ya está aquí", "Campeones, campeones" y el más repetido en una larga noche "Yo soy español, español, español".