Para el club turinés, Poulsen es una alternativa para reforzar el centro del campo menos costosa que otros jugadores que figuran en la agenda del club.

La cláusula de rescisión del contrato del danés con el Sevilla es de 10 millones de euros, una cantidad sensiblemente inferior a los 18,5 millones de euros que el Liverpool pide al Juventus por el español Xabi Alonso y a los aproximadamente 20 millones que reclama el Roma para venderle al internacional Alberto Aquilani, según el diario deportivo "La Gazzetta dello Sport".

El rotativo asegura que los primeros contactos entre el agente de Poulsen y el Juventus se produjeron hace un mes.

La "Vecchia Signora" propondrá al futbolista un contrato de tres temporadas con un sueldo de 2,5 millones de euros en cada una de ellas, y la operación cuenta con el visto bueno del consejo de administración del club y del técnico, Claudio Ranieri, extremo en el que coinciden la "Gazzetta" y el diario turinés "La Stampa".

Más que por su sacrificada labor en el centro del campo durante las dos temporadas que ha jugado en Sevilla, Poulsen es conocido en Italia por el escupitajo que le lanzó Francesco Totti durante el Italia-Dinamarca de la Eurocopa de Portugal 2004, y que supuso una sanción de tres partidos para el media punta romano.