"Para llegar bien a la tercera semana tengo que intentar gastar lo menos posible en las dos primeras y poder así afrontar en buena forma Los Alpes, donde es seguro que el resto de los favoritos atacará", afirmó el español en la rueda de prensa previa al inicio de la ronda que se inicia mañana en Brest.

Por primera vez en la agenda de Valverde el Tour de Francia aparece como la gran cita de su temporada y en torno a ella ha diseñado toda su preparación.

"Este año he corrido menos, sobre todo he hecho clásicas de un día. Pero el clima es bueno en mi tierra y he podido entrenar sin problemas. Tengo menos kilómetros en las piernas y por eso llego al Tour con más ganas de bicicleta y eso es importante para una carrera de tres semanas", afirmó.

Valverde no había terminado nunca el Tour de Francia hasta que en la pasada edición fue sexto y acumuló un capital de experiencia que espera aprovechar este año para asaltar el podium final, sin renunciar al escalón más alto.

Su victoria con autoridad en la pasada Dauphiné Liberé, considerada por muchos como una antesala del Tour, y su triunfo hace unos días en el Campeonato de España le señalan como uno de los ciclistas más en forma del momento.

"Mantener la forma durante tanto tiempo no es fácil, pero tras demostrar en la Dauphiné que era uno de los ciclistas más en forma gané el campeonato de España, lo que significa que mantenía el nivel. Además, aquellas victorias me dieron una gran motivación física y mental para afrontar el Tour", dijo.

Valverde ha diseñado su preparación para ganar el Tour, pero sabe que hay otros favoritos que pueden lograrlo, por lo que el podium puede ser un buen premio de consolación.

"Quedar segundo o tercero sería fenomenal. Tengo 28 años y me quedan más Tour por delante para tratar de ganar", asegura el español, para quien tanto él como el equipo llegan en un buen momento de forma a la carrera.

Su primer test lo vivirá mañana entre Brest y Plumelec, una etapa que termina en un repecho y que Valverde reconoce que se adapta perfectamente a sus condiciones.

Pero vestirse tan pronto de amarillo puede ser una "responsabilidad suplementaria" que no ve con buenos ojos.

"Venimos aquí a luchar por la general y tratar de ganar mañana puede significar correr demasiados riesgos, porque al final de la etapa mucha gente querrá luchar por la victoria, habrá nervios, será un final loco. No debemos arriesgar mucho por ganar", consideró.

El Tour de Francia no acaba en Bretaña y Valverde sabe que se jugará en la montaña, sobre todo en Los Alpes, que cuentan con tres duras etapas, en particular la que culmina en Alpe d'Huez, la última del recorrido alpino y, según Valverde, la clave para la victoria final en París.

"En las contrarreloj habrá diferencias pero el Tour se decidirá sobre todo en los Alpes (...) La etapa de Alpe d'Huez llega tras otras dos jornadas de montaña y las fuerzas estarán justas. Va a ser la etapa decisiva para ver quien puede o no ganar el Tour", señaló.

En cualquier caso, Valverde no contará este año con las bonificaciones para limar segundos a sus rivales, porque los organizadores las han suspendido.

Con su punta de velocidad podía suponer una ventaja con respecto a otros favoritos, pero el murciano reconoce que también le dará cierta tranquilidad para no tener que estar pendiente en cada etapa de intentar estar entre los mejores.