Dicen que los partidos de waterpolo se ganan o se pierden en el último cuarto. Y ayer tocaban flores. Por primera vez en su historia, la selección femenina jugará la final del Campeonato de Europa. El equipo que dirige Vicenç Tarrés derrotó a Hungría (7-8) en un duelo épico que antes del último parcial estaba prácticamente perdido.

Hungría comenzó el partido con un ritmo de juego my alto, lo que al cabo de pocos minutos ya supuso el primer tanto en contra de las jugadoras de Tarrés. Con un resultado de 2-0 en contra y a cinco segundos de concluir el primer parcial, España falló un penalti.

Durante el segundo cuarto, las jugadoras españolas lograron romper la autoridad defensiva de Hungría. El partido se puso aún más cuesta arriba con el penalti que transformó Gyore para poner el 4-1 en el marcador. A pocos segundos del descanso, Ana Pardo anotó un golazo que dejaba el segundo parcial en tablas, aunque España seguía dos goles por debajo.

En el tercer periodo, España mejoró su juego, aunque las húngaras se mantuvieron muy seguras en defensa, obligando al conjunto español a agotar sus posesiones y tirar desde distancias inofensivas. Con todo, las españolas lograron mantener la desventaja en dos goles (6-4) al contestar con rapidez a los tantos del equipo rival

El desenlace del encuentro pasará a la historia del deporte español en general y del waterpolo en particular. A falta de sólo seis minutos, Vakai anotaba el 7-4 y dejaba a Hungría con pie y medio en la final. Pero las españolas, a base de coraje, fueron reduciendo esa distancia. Primero fue un golazo de Blanca Gil, seguido pocos segundos después por otro tanto de Pareja. Quedaban tres minutos cuando Peña empató el encuentro. El muro húngaro se había derrumbado, y Ona Meseguer culminó la remontada a sólo treinta segundos de la conclusión. Mañana a las 21.00 horas será la final contra Rusia, que venció a Italia por 8-5.