El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, estuvo ayer en Málaga para ver ´in situ´ la final del Europeo de waterpolo en el Centro Acuático y aprovechó para abordar algunos de los temas más candentes de la actualidad del deporte nacional.

En la intervención que tuvo lugar minutos antes de la final femenina, el secretario de Estado para el Deporte destacó que la Ley Orgánica de Protección de la Salud y de lucha contra el Dopaje que entró en vigor en 2007 ha rebajado un tercio el número de casos que han dado positivo.

"En el último año, los datos de los laboratorios demuestran que, entre las muestras analizadas, hay entre un 30 y un 40% menos que han dado positivo", apuntó Lissavetzky que reiteró que el Gobierno continúa con su política de "tolerancia cero contra el dopaje".

Por este motivo, Lissavetzky lamentó el positivo por EPO que el ciclista español del Liquigas Manuel Beltrán ha dado en el Tour de Francia. "Hasta que no se conozca el resultado de la muestra B no podemos decir nada, pero es evidente que si fuera un positivo sería un dato que nos entristecería y una mala noticia para el deporte español en general y el ciclismo en particular", señaló.

Otro frente abierto es la exclusión del equipo que participará en los Juegos Olímpicos de Pekín del malagueño Rubén Ruzafa. "No voy a entrar a valorar si es adecuado hacer la lista con tanto tiempo de antelación, porque no puedo meterme a técnico y tampoco puedo entrar en una decisión que tome una federación. Lo que sí hemos pactado es que, aunque Ruzafa no vaya a los Juegos, mantenga durante todo el año próximo la beca olímpica", finalizó Lissavetzky.