El australiano Simon Gerrans (Credit Agricole) conquistó la decimoquinta etapa del Tour de Francia disputada entre Embrun y Prato Nevoso, de 183 kilómetros, la primera etapa alpina con final en alto, de donde salió como líder el luxemburgués Franck Schleck, del CSC, equipo que dinamitó la carrera en el ascenso final.

Gerrans, de 28 años, frustró al español Egoi Martínez (Euskaltel), quien después de hacer un enorme trabajo en la escapada, fue segundo. Se puso a llorar pasada la meta porque el corredor del Credit le prometió que no le iba a atacar. "De lo contrario hubiese atacado yo antes", dijo hundido. La tercera plaza fue para el estadounidense Danny Pate (Garmin).

El CSC salió victorioso de la etapa italiana. Logró el objetivo de vestir de amarillo a uno de sus jefes de filas. Le tocó a Franck Schleck y situó a Sastre sexto en la general a 49 segundos, con el resto de rivales a tiro de piedra. El madrileño le ganó la partida personal a Menchov por 20 segundos, a su propio compañero Franck le sacó 38 y a Evans 47. Demostró que cuando pidió los galones a principios de temporada no iba descaminado.

La etapa llegó a Italia después de nueve años y respondió a las expectativas de lo esperado. Hubo escapada tempranera, lucha entre los favoritos al final y se sacaron conclusiones claras: el CSC es el equipo más fuerte y tiene dos bazas sólidas: Schleck y Sastre. El enemigo número uno es Menchov y Kohl no es un invitado de piedra.

Egoi Martínez, José Luis Arrieta, Dany Pate y Simon Gerrans arrancaron en el kilómetro 12 y accedieron a Italia por la cima del Col de Agnel, a 2.774 metros de altitud, con 12:50 de adelanto sobre el grupo de favoritos. Una escapada permitida que nació en el kilómetro 12 y que no representaba peligro alguno para la alta jerarquía de la general. Una primera dificultad que tuvo su historia en la vertiente transalpina.

En la bajada, en pleno chaparrón y a 5 grados de temperatura, cundió el pánico por la espectacular caída de Óscar Pereiro, un accidente que desalojó al español de la carretera hacia el vacío y que recordó al que sufrió Frank Schleck en la Vuelta a Suiza. La vegetación frenó su caída al abismo y durante unos instantes quedó inerme, aunque sin perder la consciencia.

Superado el descomunal susto, el pelotón se escindió en el descenso, con los favoritos delante en un grupo de 25 hombres. Los cuatro escapados seguían contando la ventaja a partir del cuarto de hora, camino de la subida a Prato Nevoso, con sus 11,4 kilómetros al 6,9 por ciento de pendiente media, donde la afición se dio cita para recordar que el ciclismo no ha perdido aún su clientela, a pesar de todo.

Egoi Martínez, Arrieta, Gerrans y Pate pasaron por la falda de la montaña italiana con más de 11 minutos de botín. Se iban a jugar la victoria. El español trató de dejar a sus compañeros, sin éxito, por lo que la etapa se definió en un esprint entre tres después de que Arrieta tirase la toalla.

Hubo poca discusión. Gerrans, un hombre rápido, arrancó para ganar con facilidad. De lo prometido nada de nada. Egoi confió en la palabra del ´aussie´, pero éste amarró una oportunidad inigualable para estrenar su palmarés.

Mientras Gerrans celebraba su segunda victoria de la temporada, Andy Schleck (CSC) seleccionó el grupo principal con varios ataques de repetición. Aguantaron todos los favoritos, pero enseguida se vio que Evans no andaba sobrado de fuerzas. Menchov tomó nota y atacó a tres kilómetros de meta, con tan mala suerte que se fue al suelo. Le esperaron. Otro detalle bonito del día. Ya todos en liza, atacó Kohl y se le pegó Sastre como una lapa.

Ahí se dejó Evans el amarillo, se comprobó que a Menchov también se le puede descolgar y que el CSC tiene la llave de la carrera. A punto de entrar en los Alpes franceses, próxima cita con la batalla. Pero hoy, jornada de descanso.