Si fuera sólo por nombres, estaríamos ante una temporada más que dura para el Unicaja tanto en la ACB como en la Euroliga. Y es que con la plantilla cerrada tras la incorporación de Cook y Archibald, más la no oficializada del alero Thomas Kelati, no aparece ningún refuerzo ´galáctico´ al estilo de veranos anteriores que haga pensar en una gran campaña para los cajistas.

Pero si el deporte se ciñera sólo a ese parámetro, al de los nombres, entonces el Panathinaikos habría estado en la última ´Final a Cuatro´ de Madrid, el Partizán jamás habría soñado con jugar el ´Top 8´ continental y el Iurbentia nunca habría pensado en acabar la Liga por delante del Akasvayu Girona de Marc Gasol y Víctor Sada.

Lo que es evidente es que el Unicaja partirá la próxima temporada con caras nuevas menos mediáticas que sus rivales directos en España y en Europa. En la Liga ACB, y a la espera de los últimos movimientos que están por llegar -sobre todo en Vitoria-, el Barcelona se coloca a la cabeza de los rivales que más asustan. El regreso de Juan Carlos Navarro tras su experiencia en la NBA, el fichaje de Lubos Barton y la contratación del ex CSKA David Andersen hacen de los ´culés´ el aspirante número uno a la próxima Liga ACB. Y eso que se quedaron a un paso de firmar a Marc Gasol, que definitivamente emigró a Memphis.

El Real Madrid, tras el fiasco de la pasada temporada, también ha movido ficha con un valor seguro como el pívot Jeremiah Massey, ex del Aris, el trotamundos Pepe Sánchez o el alero anotador americano Quinton Hosley, ex de la Liga turca.

Otro que este verano ha querido poner las bases de un futuro proyecto en la Euroliga es el Pamesa. El equipo valenciano ha tirado de tarjeta y ha sumado al buen elenco de la pasada campaña al ex del CSKA Van den Spiegel, a la revelación de la pasada Liga con el Ricoh Manresa, Rafa Martínez, al fiable interior turco Ermal Kuqo y a una de las eternas promesas del básket griego, Demos Dikoudis. Un equipazo que cuesta pensar que no encuentre un hueco en las próximas semifinales ligueras.

Y el Unicaja, ¿qué? La gran apuesta verde ha llegado en el banquillo con Aíto García Reneses, capaz de sacar el 101% de cualquier jugador. Un técnico de relumbrón que evite que la sombra de Sergio Scariolo sea alargada sobre el Martín Carpena. Su última temporada fue espléndida en el DKV Joventut. Y además con un equipo que, salvando a Rudy y Ricky, tampoco era de un perfil alto con Pau Ribas, Ferrán Laviña, Dmitri Flis, Damon Mallet, Jan Jagla o los dos descartes madridistas: Sonseca y Moiso, entre otros. Con este panorama, Aíto fue capaz de ganar la Copa del Rey, la Copa ULEB y ser subcampeón de la Fase Regular. Sublime.

En Málaga, a pesar de las dudas que plantean algunos de los últimos fichajes, Reneses tendrá un equipo de garantías con gran potencial a sus órdenes. Contará con dos internacionales absolutos con España (Jiménez y Berni), con Cabezas, que también debería haber estado en ´su´ selección olímpica y que pasa por ser el mejor base español de la Liga, con un ex NBA como Jiri Welsch, con un pívot rápido y fuerte como Boni Ndong y con una pléyade de jóvenes, encabezados por Faverani o Paulao, que desde el Clínicas Rincón podrán dar el salto cada fin de semana del proyecto de LEB Oro al primer equipo.

Euroliga. En Europa el panorama es similar. Aunque por encima de todos, eso sí, está el Olympiacos griego, que ha roto el mercado fichando al NBA Josh Childress -´robado´ a los Hawks de Atlanta-, al ex CSKA Theo Papaloukas, al prometedor pívot serbio Erceg o al ex del Maccabi, Nikola Vujcic. Una apuesta espectacular. En Tel Aviv también se han movido con los fichajes de Simmons y White, aunque ambos de un perfil sensiblemente más bajo que el propuesto por los de El Pireo.

Se avecina, sin duda, un año tan duro como atractivo. Una prueba de fuego para el primer Unicaja de la ´era Aíto´. Aquí no habrá estrellas de relumbrón, pero sí un grupo de ´obreros´ dispuestos a defender y correr en busca de nuevos éxitos deportivos. Eso seguro.