García Vizoso, que fue homenajeado en febrero con motivo de su centenario, destacó con el equipo gallego en una eliminatoria de Copa del Rey de 1932 ante el Real Madrid, al que los deportivistas, entonces en Segunda, les apearon de la competición en los octavos de final con una actuación magistral del portero.

Su rendimiento en Chamartín le abrió las puertas del conjunto blanco, que le incorporó en 1934, pero Rodrigo fue suplente de Zamora y más tarde fichó por el Granada antes de retirarse del fútbol, tras la guerra civil española.

Como técnico, dirigió al Deportivo en la temporada 1955-56, en la que le dio su primer trofeo Teresa Herrera, actual decano de los torneos veraniegos, ante el Athletic de Bilbao, y volvió a coger las riendas del equipo en la temporada 1964-65.

Además, García Vizoso descubrió al único Balón de Oro español de la historia, el coruñés Luis Suárez, al que le regaló sus primeras botas de fútbol cuando tenía nueve años.

El club al que estuvo ligado toda su vida, el Deportivo expresó, a través de su página web, "su más sincero pésame y condolencias a la familia y a todos los deportivistas por lo que significa Rodrigo García Vizoso en el deporte coruñés, gallego y español".