Un gol a un minuto del final de Cristiano Ronaldo resucitó al Real Madrid (3-2), que estuvo a punto de tirar toda la temporada ante un Osasuna voluntarioso y bien ordenado, que sacó a relucir las carencias defensivas de un equipo instalado en el alambre en la lucha por el título.

El Real Madrid quería sentenciar antes de saltar al campo, pero tras comenzar a probar la inspiración de Ricardo, se encontró con un grave error que puso todo en contra. Albiol, firme toda la temporada, cometió su primer fallo de bulto a los 7´. Dudó entre despejar con la cabeza o el pie. Lo dejó muerto a los pies del malagueño Aranda. Su mano a mano con Casillas lo resolvió con paciencia y calidad para marcar a puerta vacía. Un ex madridista complicaba la lucha por el título a los blancos.

No era el único que le tenía ganas a su equipo del corazón. Camacho se desvivió desde el banquillo. Juanfran lo intentó todo sobre el césped. Tanta ansia por lucirse en un estadio donde siempre se vio triunfando, le condujo a abusar de acciones individuales. Camacho lo quería matar. Fue su primer cambio.

El Real Madrid jugó a impulsos. Con un sistema perfecto para Kaká cuando aparcó su pubalgia y regresó al once. Los delanteros, Cristiano e Higuaín cayeron a las bandas. Descolocaban a la defensa rival. La vía libre la aprovechó el brasileño. Le faltó físico, acierto en el pase y en el remate. Rozó el gol en dos acciones. En un cabezazo provocó la parada de la tarde, con una mano abajo de Ricardo.

Cuando se espesaba el Real Madrid, apareció Cristiano. Un testarazo con potencia rozando el palo, precedió a una acción individual que acabó en la red. Era el 25´. Recibió en una banda. Arrancó contra el mundo, rodeado de cuatro rivales y, sin salida, soltó un disparo imparable.

Aranda suplió a la perfección a Pandiani. Generó indecisión entre Sergio Ramos y Albiol. Íker salvó su testarazo en el 37´, pero nada pudo hacer cuando, en vez de rematar, asistió picado a Vadocz, que, tras coger la espalda a Xabi Alonso, soltó un derechazo a la escuadra.

El Real Madrid se despedía de la Liga. Necesitaba un gol con urgencia. Y lo consiguió. Un tanto que resume el desorden ofensivo. El lateral zurdo, Marcelo. El más bajito. Apareció por la zona del 9 para rematar en plancha con la cabeza a la red.

Nació la segunda parte con un ambiente frío en el Bernabéu. Ricardo, brillante ante Higuaín y en un remate potente de Cristiano que rechazó para lucirse, rápido, ante Kaká.

Osasuna falló lo imperdonable: Aranda, ante Casillas (60´), Vadocz y Masoud en un dos contra uno. Pellegrini apostó por un chaval, Juanfran, que lo intentó con centros. En el último suspiro Higuaín sacó un pase envenenado que remató de cabeza a gol Cristiano. La Liga sigue viva tras 89 minutos de sufrimiento en casa.