No pudo ser ni más emocionante ni más espectacular ni mejor. El Open de España de Golf por fin se lo llevó un español. Mejor dicho, un andaluz. El gaditano Álvaro Quirós ganó en el primer hoyo de ´play off´ al inglés James Morrison. Su madre y su novia María saltaron al green del 18 a felicitar y abrazar al nuevo campeón, que por fin vuelve a ser español, ya que la última victoria nacional fue la de Sergio García en 2002.

Para adornar más la clasificación y la jornada, el malagueño Alejandro Cañizares estuvo en la pelea de los aspirantes hasta el final y terminó tercero con -10, a sólo un golpe del ganador. Y el valenciano Carlos del Moral, aunque vivió en una montaña rusa, terminó decimosegundo (-7), un buen empujón a su carrera en el circuito europeo.

Hubo tensión hasta el final. El torneo, tras una semana grandiosa de golf, tuvo un final a la altura. Ver a un español en la lucha y en máxima igualdad con más de un rival engrandece una victoria. Y ayer hubo ´play off´, pero con un desenlace muy diferente al de 2008 –la última vez que el torneo se disputó en este campo, ya que el año pasado se jugó en el PGA de Gerona– cuando Ignacio Garrido tiró la bola al lago del 18 y Peter Lawrie se alzó campeón.

Ayer fue la bola de Morrison la que acabó en el agua y Quirós se tomó la revancha por su amigo Nacho. Lo hizo vestido de blanco y rojo, en honor a su Atleti, que a la misma hora que él ganaba en el Real Club de la capital hispalense, jugaba en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla (3-1).

El público que abarrotaba el green del 18 explotó cuando Quirós embocó para ganar. Fue una fiesta y una ovación en toda regla. Los aficionados españoles llevaban demasiado tiempo siguiendo a los suyos en los diferentes torneos en España sin llevarse una alegría. Ayer Quirós borró todos los ´play offs´ perdidos por los nuestros, todas las decepciones vividas y regaló una victoria al público español que éste supo celebrar. "Los andaluces somos diferentes", dijo el jugador para agradecer al público su apoyo y piropearlo.

Quirós era el gran favorito porque es el mejor jugador del ránking mundial de cuantos han jugado en Sevilla. Además, es un verdadero espectáculo en el campo ya que es uno de los mayores pegadores del mundo. Verle ganar ha sido el mejor colofón posible.

En cuanto a los otros dos españoles en el torneo, Miguel Ángel Jiménez firmó ayer 69 golpes y terminó entre los 20 primeros con -5. Manuel Quirós entregó una última tarjeta de 74 (+2) y acabó en el puesto 61 con +3 en el total.

El golf es diferente. El golf puede llegar a ser un deporte demasiado cruel. El inglés Mark Foster, que ayer salió al campo como líder y con tres golpes de ventaja sobre sus perseguidores, se mantuvo en lo alto de la tabla durante toda la jornada. Foster aguantó la presión y los nervios y llegó al 18 como líder, aunque empatado con Quirós y Morrison. Pero falló un putt para par en el hoyo 18 de menos de un metro y dijo adiós al torneo. Pasó a colocarse con -10 y se convirtió en un mero espectador del play-off que finalmente se apuntó Quirós. Así es este deporte.