El Barcelona confía en ganar al Tenerife –echando además una mano al Málaga en su intención de salvar la categoría– y espera a que el Real Madrid pinche mañana en Palma para dar prácticamente por finiquitada la Liga. Cuando parece que la Liga está sentenciada, cuando todo indica que el Barça no se tendrá que verse obligado a un nuevo sobreesfuerzo en la jornada siguiente, el conjunto blanco remonta su encuentro y alarga la lucha.

El Barça, que acumula una docena de partidos más que el eterno rival esta temporada, llega justo de gasolina y corto de efectivos a este esprint final, pero Guardiola insiste en que ya queda tan poco –tres partidos repartidos en doce días de competición– que el cansancio no se nota.

De hecho, el Barça no notó el pasado sábado ni el cansancio de un nuevo partido entre semana ni el golpe anímico que supuso la eliminación en las semifinales de la Liga de Campeones a manos del Inter.

Bajo la batuta de un Xavi lesionado (el de Terrassa jugará con una rotura en el sóleo los tres encuentros que quedan) y la eficacia de Messi y Bojan, los catalanes golearon al Villarreal en El Madrigal (1-4).

Ese once, en el que no estaban los lesionados Iniesta y Abidal ni tampoco Ibrahimovic, podría ser el mismo que Guardiola utilice esta noche, con la entrada de Touré Yaya por Sergio Busquets o Keita como posible variante.

A su vez, el Tenerife de José Luis Oltra no descarta dar la sorpresa en un Camp Nou donde no ha ganado nunca en la competición liguera (sí lo logró en 1993, en el Trofeo Gamper, en lo que fue una victoria sonada).

Del resto, tres empates y nueve derrotas son el balance de un apurado cuadro chicharrero que viaja con diecinueve jugadores por las molestias que sufren el máximo goleador del equipo Nino y del centrocampista Ayoze. También causa de nuevo baja el brasileño Dinei, que no se ha recuperado de sus molestias musculares.

La empresa es considerada difícil por lo que se juega el conjunto de Guardiola, el título de Liga ni más ni menos, pero los jugadores insulares, que viajan con la moral alta tras derrotar a un rival directo por la permanencia como el Racing de Santander, piensan que no es imposible y no renuncian a sacar un resultado positivo.

"Tienen muy buenos números en casa y será complicado jugarles de tú a tú, por lo que buscaremos nuestro momento e intentar aprovecharlo. Esperamos que el rival no explote todo su potencial, que es muchísimo y tendremos que estar al máximo de nuestras posibilidades porque sólo así tendremos opciones", afirmó Oltra.

El entrenador tinerfeño aseguró que su equipo no cambiará su estilo ni su filosofía de juego, y dejó claro que tendrá precauciones, pero que las vigilancias serán especiales para todos los jugadores del rival.