El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, reconoció ayer que el conjunto azulgrana "sufrió" para derrotar al Sevilla (2-3) a pesar de dominar por 0-3 en el tanteador, aunque reconoció que al final "valió la pena".

Desplazado al Circuito de Cataluña para ver el GP de España de Fórmula Uno, Laporta admitió que estaba pasando el tiempo antes de desplazarse a París para presenciar la final de la Euroliga entre el Regal Barcelona y el Olympiacos.

A pesar del momento de euforia, Laporta considera que nada está ganado para su equipo y que la semana que viene contra el Valladolid en el Camp Nou "habrá que rematar el trabajo, con todos los respetos a esta entidad".

Laporta reclamó respeto para el partido contra el Valladolid porque entiende que la entidad pucelana "ha mejorado con el nuevo entrenador" (Javier Clemente) y por tratarse "del final de Liga más competido de la historia, con dos equipos con tantos puntos".

El presidente barcelonista encara el último tramo de su mandato, y en él se encuentra ante la posibilidad de ganar muchos títulos con todas las secciones. De hecho, ante el posible doblete de la Liga en baloncesto y fútbol, existe la posibilidad de que el Barcelona haga un triplete en Europa, con las Euroligas de baloncesto, balonmano y hockey patines.

"Sería muy bonito acabar el mandato con más títulos", apuntó el mandatario barcelonista, que se mostró satisfecho con el resultado en el Sánchez Pizjuán pero remarcó que la Liga todavía no está ganada. "Hemos ganado un partido muy importante, nada más", aclaró.

Por su parte, Josep Guardiola advirtió que todavía "queda mucho por sudar y por correr" para poder alzar el título liguero, en el choque de la próxima y última jornada del campeonato, ante el Real Valladolid.

Y es que Guardiola es consciente de que el triunfo sobre los pucelanos culminará el trabajo de toda una temporada para el Barcelona aunque, al mismo tiempo, recalcó la necesidad extrema con la que llegarán los pucelanos al Nou Camp, que si pierden en la ciudad condal descenderán automáticamente a Segunda División.

"La gran suerte es depender de nosotros, pero hay que ganar el partido de la semana que viene, porque el Valladolid necesita salvarse y, conociendo a Javi Clemente, porque tuve la suerte de ser dirigido por él en la selección, intuyo un encuentro que costará mucho. El Barcelona no se ve campeón de Liga porque de eso me encargo yo", precisó.

Por lo tanto, Guardiola se felicita por ganarle al Sevilla, aunque se mantiene fiel a su habitual prudencia. "Sólo quiero que juguemos al fútbol y debemos transmitir que esto no está ganado. Hemos dado hemos dado un paso importantísimo, pero queda mucho por sudar y por correr aún", sentenció.

Por último, el preparador barcelonista aprovechó para volver, de nuevo, sobre el esfuerzo realizado por el plantel azulgrana a lo largo de la presente temporada. "Tener 96 puntos a estas alturas es para felicitar al equipo", concluyó.