En la vorágine de la penúltima ornada de Liga, quedaron solapados los adioses de dos de los mejores futbolistass españoles de los últimos años: el madridista Guti y el españolista Tamudo.

En el caso del delantero emblema del Espanyol, su despedida era anunciada. Visiblemente emocionado, se despidió de la afición desde el césped de Cornellá-El Prat. Tamudo agradeció "todo el cariño y el aliento" durante las 14 temporadas que ha recibido su ánimo y recordó que el club blanquizaul "siempre" será su casa.

Debido a la emoción, Tamudo no pudo hablar ante la prensa tras el encuentro ante Osasuna, que el punta concluyó entre lágrimas y saludando a la grada, y ha optado por emitir un comunicado para expresar su gratitud.

"Me gustaría agradeceros a todos los socios y seguidores del Espanyol todo el cariño y el aliento que me habéis dado a lo largo de estas catorce temporadas. Muchas gracias por todo. Pase lo que pase en el futuro, mi corazón sabe que ésta siempre será mi casa", agradece Tamudo.

No era oficial el adiós de José María Gutiérrez, Guti, pero el madrileño se despidió de la afición del Santiago Bernabéu en un gesto que parece aclarar su futuro, pese a que le resta un año e contrato en el equipo blanco.

El '14' fue largamente ovacionado por los seguidores que esperaron al pitido final del partido, así como por los hinchas del fondo sur del coliseo blanco, los conocidos como Ultras Sur.

La grada le dedicó varios cánticos al centrocampista, quién saludó en varias ocasiones a todo el estadio, y continuaron haciéndolo hasta que Guti se vio obligado a salir del vestuario.

Fue entonces cuando el futbolista se dirigió al sector del estadio donde están los hinchas radicales del club blanco para entregarles una camiseta, señal inequívoca de agradecimiento por el apoyo que tradicionalmente le han mostrado.

Guti mantiene, al igual que Raúl, un vínculo contractual con el club blanco hasta la temporada próxima, pero el zurdo ha dejado entrever en alguna ocasión su anhelo de abandonar el club a la conclusión de esta temporada para decir adiós al fútbol en algún retiro dorado.