El día fue tan cambiante en Mónaco como plano en el asfalto por el dominio de Alonso. Amaneció soleado y cálido, así que en las cubiertas de los barcos amarrados en el puerto, a un saltito de la pista, el baño de sol pasó a ser la actividad prioritaria. La piscina del imponente castillo de Red Bull recibió a unos cuantos con ganas de darse un chapuzón. Fue en el intervalo entre las dos sesiones, mientras las cocinas despachaban platos de pasta y un peculiar salpicón de marisco.

Luego salieron los pilotos a la segunda sesión libre y la nube se vino encima. Rodaron siempre con gomas de seco, pero al final empezó a chispear y nadie quiso hacerse el héroe. Al rato, los muchachos de la GP2 despacharon su tanda de pruebas bajo un aguacero. Estuvo plagada de incidentes. Al final del día, el sol visitó de nuevo el coqueto puerto de Mónaco. Había que andar con las gafas oscuras en un bolsillo y el chubasquero bajo el brazo. Imprescindible estar preparado para todas las condiciones.

En la pista fue otra cosa. Sin tiempo para enfrascarse en demasiadas mejoras desde Barcelona, Ferrari llegó con los deberes hechos. Alonso dominó las dos tandas, y en ninguna tuvo a nadie que rodase en su mismo segundo. Es cierto que tampoco manda en los sectores, así que la idea de una superioridad absoluta queda descartada.

Se trataba de avanzar trabajo para la sesión clasificatoria de mañana sábado, así que la misión era acumular el mayor número de vueltas. En Ferrari mandaron a Alonso a repetir el plan de trabajo de Montmeló. Comenzó la segunda sesión con mucha carga de gasolina para una simulación de condiciones de carrera; luego le descargaron el tanque y logró dos buenas vueltas. Iban 37 minutos de la segunda tanda cuando encadenó dos buenos giros (1.15.435 y 1.14.904). Después regresó a la rutina de los relevos largos.

A última hora, en Ferrari encontraron buenos reglajes para algunas curvas en las que tenían problemas. No tuvieron tiempo para montar a la vez todo el dispositivo así que no es descabellado pensar que el ovetense podría haber terminado con mejor tiempo.

La provisionalidad de los entrenamientos libres no evita pensar que esta vez Alonso es un candidato a la ´pole´, a la espera de la reacción de Red Bull. Salir el primero es media victoria en el Principado. El asturiano sueña con ganar de nuevo aquí. Ya lo hizo en 2006 (Renault) y 2007 (McLaren). Quiere ser el primero de la historia que se corona en esta pista con tres monturas diferentes.

Únicamente Schumacher puede igualarle. El Kaiser tiene cinco victorias, dos con Benetton (1994 y 1995) y tres con Ferrari (1997, 1999 y 2001). Desde entonces, ningún piloto de la Scuderia ha recibido el trofeo de manos de un miembro de la familia real monegasca. Motivación extra para el asturiano.

No hay duda de la igualdad que reina en Mónaco. La lista de tiempos dejó apretados en tres décimas a los siete pilotos más rápidos. Nico Rosberg, que pasó media mañana encerrado en el garaje, rodó sólo una décima más lento que Alonso. Luego vinieron Vettel, Massa, Schumacher, Kubica y Hamilton.

Los dos McLaren se perdieron en la maraña de la zona media, igual que Mark Webber, rápido por la mañana, pero más torpe después de comer. Mañana estarán arriba y pelearán por la pole. Los demás españoles anduvieron más flojos. El coche de Pedro de la Rosa era muy difícil de manejar. "Tenemos muchas ideas para la clasificatoria", dijo el catalán, disgustado con el 16º tiempo del Sauber. Al menos fue tres décimas más rápido que su compañero Kobayashi.

Jaime Alguersuari no tuvo su mejor día. Al Toro Rosso le cargaron demasiado el alerón trasero y destrozaba los neumáticos. Conseguía pronto un buen tiempo, pero en cuestión de unas pocas vueltas el coche se volvía imposible de pilotar. En el equipo tocaron a rebato y decidieron cambiar el planteamiento. Al menos tienen margen de maniobra, gracias al día libre de hoy.

Día libre en el Principado. Dice la tradición de la Fórmula 1 que los viernes no hay Fórmula 1 en Mónaco. Se corría el jueves de La Ascensión (ayer), festivo en el Principado para no entorpecer el tráfico en día de labor. La costumbre se mantiene, así que hoy hay día libre en la pista.

Algunos pilotos se dejan ver por la mañana en el circuito y dedican la tarde a la preparación física o actos publicitarios. El año pasado, Alonso grabó un anuncio de coches, pero esta temporada tiene la agenda más liberada.