Pep Guardiola ha llegado a Johannesburgo para un acto benéfico y a Mata no paran de hacerle bromas alguno de sus compañeros, sobre todo los del Barça. «¿Sabes que ha venido a verte? El dinero de Touré es para ficharte…», le dice la tropa azulgrana. Uno de los nombres que el entrenador del Barça puso en su día sobre la mesa para intentar fichar es el ‘10’ del Valencia, pero a la vez ya le han comunicado que actualmente no existe intención de traspasarle. A Juan, todo sea dicho, lo único que le interesa ahora mismo es ayudar a la Roja en el Mundial.

Confianza

Hay mucha confianza entre los 23 internacionales en derrotar a Paraguay, hasta tal punto que la mayoría de las familias ya tienen fletado el vuelo chárter para estar en Sudáfrica la próxima semana. Lo que no hay es sentimiento de superioridad, pero sí tienen claro que con haber llegado a los cuartos de final no se conforman con lo conseguido hasta ahora.

La Copa del Mundo ya está en Potchefstroom. No sólo en España empiezan a soñar con conseguir el Mundial, en la localidad donde se hospeda la selección empiezan a ver próxima la posibilidad de ser campeones y en la sesión previa al partido contra Paraguay, un grupo de aficionados se presentó con una copa del Mundo. Es obvio que no es la auténtica ni se trata de una de las réplicas que reparte la FIFA a las selecciones que ganan, pero sí de una hecha con cartón. El ambiente que hay en «Potch» es fantástico y es habitual ver a los voluntarios de la FIFA bailando sus coreografías mientras la «Roja» entrena.

Los hoteles son caros. Varios aficionados desplazados a Sudáfrica han mostrado su queja a la RFEF por los precios de los hoteles en las ciudades donde se juegan los partidos, ahora bien, el principal obstáculo con el que se han encontrado es que la FIFA reservó en su momento la mayoría de los hoteles para después ponerlos a disposición de la afición, obligándoles a pagar cuatro noches. Aquí todo es un negocio. ¿Cuánto repercutirá en la gente más desfavorecida?