El español Alberto Contador (Astana) intentará inscribir su nombre por tercera vez en el libro de ganadores del Tour de Francia, que arranca este sábado en la ciudad holandesa de Rotterdam y concluirá el 25 de julio, frente al estadounidense Lance Armstrong, que correrá su último Tour, y el luxemburgués Andy Schleck, rivales en muy buena forma y que representarán una mayor competencia que en sus anteriores éxitos.

En 2007, el de Pinto ganó cuando iba a ser segundo, pero la expulsión del danés Rasmussen por dopaje le facilitó su primera victoria en los Campos Elíseos. En 2009, tras su ausencia por el año de castigo al Astana por sus casos de dopaje, ganó con relativa solvencia, en una carrera marcada por su choque con su compañero Lance Armstrong, de retorno a la prueba que ganó siete veces consecutivas y después de tres años retirado.

Sin embargo, el triplete se presenta mucho más complicado. En primer lugar porque el texano, pese a su edad (cerca de los 39 años), acudirá orgulloso y ayudado por un superequipo; y en segundo, porque la oposición ha crecido de la mano del luxemburgués Andy Schleck (Saxo Bank), cada año más pujante; del australiano Cadel Evans (BMC), que parece haberse quitado la etiqueta de segundón; o del italiano Ivan Basso (Liquigas), que regresa a la Grande Boucle, donde fue podio en 2004 (tercero) y 2005 (segundo).

De esta forma, con unos aspirantes reforzados, con ganas de acabar con el dominio del madrileño y un recorrido con pocos momentos para la relajación, el Tour 2010 se presenta como uno de los que tiene más alicientes de los últimos tiempos.

El jefe de filas del Astana no pasó grandes momentos de apuro en 2009, y sus mayores preocupaciones vinieron por su choque con Armstrong, que elevó la tensión en las filas del equipo sobre el liderazgo. Contador demostró ser el más fuerte y a Bruyneel no le quedó más remedio que apostar por él, aunque el americano firmó un brillante tercer puesto y ahora llega plenamente concentrado.

Ahora, el de Austin quiere revancha e intentar demostrar al español que la edad no es un obstáculo para su clase y una carrera que conoce a la perfección. Armstrong se ha rodeado de un equipo, el nuevo RadioShack, fortísimo, con Leipheimer o Kloden.

El Saxo Bank también presenta oposición, sobre todo con la amenaza de Andy Schleck, que dio el salto de calidad el año pasado. El luxemburgués se presenta como la alternativa más peligroso, y ya en 2009, él y su hermano Franck, fueron los únicos en aguantar el tipo al pinteño en la montaña.