Las personas que se han dedicado a algún deporte de manera profesional saben que no pueden dejar la actividad física aparcada para el resto de su vida. Esto es lo que le sucedió a Niki Wymmersch, un torreño que al dejar el ciclismo profesional a los 24 años le picó el gusanillo del triatlón y no conoce límite en su progresión en la modalidad. «Cuando dejé el ciclismo a nivel profesional estaba bastante quemado del mundo de la bicicleta y me refugié en mi trabajo y en el spinning»– deporte del que es monitor–. «Después volví al mundo de la bici a través del mountain bike», dice Niki, que acaba de proclamarse tercero en el Campeonato de Europa de Triatlón de larga distancia de Vitoria en su categoría, de 30 a 34 años.

Y eso que hace sólo tres años que Niki descubrió el mundo del triatlón. Lo hizo a través de unos amigos del gimnasio en el que se gana la vida, el Fitness Center Juayman, en Torre del Mar. Y con el tiempo empezó a tomárselo más a pecho. «Al ver que me podía tomar este deporte más en serio empecé a trabajar con un entrenador, Rafa Cazorla, que vio en mí un gran potencial. Empezamos a trabajar duro sin saber hasta dónde podíamos llegar».

La sorpresa llegó cuando en su primera gran competición, El Titán que se disputa en Cádiz, consiguió la decimocuarta posición. «Fue una gran sorpresa ya que tenía poca experiencia y la parte a pie siempre es la que peor se me da», cuenta el triatleta.

En esta misma prueba el año pasado logró la séptima posición, lo que demuestra la fantástica evolución que está experimentando el deportista torreño.

Desde entonces empezó a tomarse más en serio si cabe la modalidad –entrena unas 6 horas diarias–, cambió de entrenador –ahora trabaja con José Manuel Quero– y con él está consiguiendo resultados increíbles: tercero en el Campeonato de España en 2009 y la semana pasada bronce en el Europeo disputado en Vitoria. «Fue increíble, aunque me fui de allí con un regusto amargo», ya que fue liderando la carrera hasta los 2 últimos kilómetros a pie.

Niki es muy ambicioso y ya prepara nuevos retos como el Mundial para el que consiguió clasificarse al finalizar entre los 10 primeros y el Campeonato de España que se celebrará en Ibiza el próximo mes de octubre, al que Niki acudirá «a por todas».

Todo ello, compaginando su trabajo en el gimnasio, su familia con un niño de apenas un año y los duros entrenamientos.

Por ello, Niki pide más ayuda por parte de patrocinadores e instituciones. «Es un deporte muy sacrificado a la vez que caro y a la mayoría de triatletas nos cuesta dinero. Sólo 2 ó 3 triatletas en el mundo viven de esto. Una bici nos puede costar 6.000 euros».