El ciclista portugués Sergio Paulinho (RadioShack) se llevó la victoria en la décima etapa de la 97 edición del Tour de Francia, disputada entre las ciudades de Chambéry y Gap, sobre 179 kilómetros, en una jornada de media montaña que el pelotón se tomó de respiro tras el paso alpino, por lo que el luxemburgués Andy Schleck (Saxo Bank) continúa en el liderato.

El gregario de Lance Armstrong aprovechó una escapada inicial para estrenar el casillero de triunfos de su equipo estadounidense, y acabó imponiéndose al sprint a su último compañero de fuga, el bielorruso Vasil Kiryenka (Caisse d'Epargne), finalmente segundo en la línea de meta.

Para ello, el décimo trayecto de la 'Grande Boucle' volvió a resultar propicio para el éxito de una emboscada, puesto que su itinerario constaba de un perfil sinuoso con tres cotas, siendo la primera, la 'Côte de Laffrey', de primera categoría, la más exigente al mediar el 9 por ciento de desnivel.

Así, tras unos primeros intentos fallidos entre la serpiente multicolor -en gran medida por el recorrido plano de este tramo inaugural de la etapa-, la fuga no se fraguó hasta que un cuarteto de aventureros rompieron la defensa del pelotón en el kilómetro 30 y cogieron unos metros, a la postre, insalvables.

Este selecto destacamento, compuesto por el bielorruso Vasil Kiryenka (Caisse d'Epargne), el portugués Sergio Paulinho (RadioSchack) y los belgas Dries Devenyns (Quick Step) y Mario Aerts (Omega Pharma-Lotto); fue tomando importantes ventajas antes de encarar la ascensión a la primera cumbre del tríptico previsto en esta jornada de transición.

Fue en este entramado donde, en busca de la gloria que exige el guión del 14 de julio, Día Nacional de Francia, los galos Maxime Bouet (AG2R) y Pierre Rolland (Bouygues Telecom) cumplieron las exigencias de sus equipos y enlazaron con la cabeza de la carrera cuando se inclinaba la carretera. En el pelotón, monotonía, con la consigna de dejar hacer.

Mientras, por delante, las apuestas por la victoria de etapa ya comenzaron desde el descenso de la última cumbre del día, donde se sucedieron los ataques malogrados de Aerts y Devenys, y los finalmente oportunos de Paulinho y Kiryenka. Finalmente, en la recta de meta, fue el portugués el que economizó mejor los esfuerzos y el que arrancó con mayor fuerza en los últimos metros para vencer en un final de 'photo-finish', y tras distanciar al pelotón de favoritos, liderado nuevamente por el británico Mark Cavendish (Columbia), en 14 minutos y 18 segundos.

Para mañana, la caravana del Tour de Francia continuará bordeando los Altos Alpes en la jornada de relativo descanso que ligará la Ciudadela de Sisteron y Bourg-lès-Valence sobre 185,5 kilómetros, en una undécima etapa de la ronda gala de perfil totalmente plano salvo por una tachuela de tercera categoría, y en la que los sprinters volverán a tomar el testigo de la carrera.