El tenista número uno del mundo, el español Rafael Nadal, que mañana se enfrentará en las semifinales de Wimbledon a la gran esperanza del público local en Londres, el británico Andy Murray, dijo hoy que comprende que su rival recibirá algo más de apoyo que él de las gradas de la Pista Central.

"El público siempre fue fantástico conmigo aquí en Wimbledon y entiendo que la atmósfera será algo más favorable a Andy (Murray). Es normal. He jugado dos veces contra él aquí y siempre ha sido inolvidable, sólo puedo darle las gracias al público por su respeto", señaló el mallorquín en una entrevista a la cadena británica BBC.

Nadal ha ganado a Murray en once de las quince ocasiones en las que se han enfrentado, y superó al escocés en las dos veces que se encontraron sobre la hierba de Londres.

En 2008, el mallorquín apeó del torneo al británico en los cuartos de final (6-3, 6-2 y 6-4), mientras que la temporada pasada le superó en las semifinales (6-4, 7-6(6) y 6-4).

"Siempre he jugado con él en grandes momentos, en ocasiones importantes y grandes estadios, y he disfrutado mucho enfrentándome a él. Jugar las semifinales en la central será un momento muy especial", apuntó Nadal, que ayer en rueda de prensa explicó que suele jugar a la videoconsola con Murray cuando coinciden en un hotel durante la temporada.

El número uno del mundo recalcó que el británico "es uno de los tenistas con más talento del torneo, además de un buen tipo", y advirtió de que deberá desplegar su "mejor juego" si quiere tener "alguna oportunidad" de clasificarse para la final.

Sobre si el británico ha mejorado su tenis desde el último encuentro entre ambos en la penúltima ronda del campeonato en el All England Club, el de Manacor dijo que "cada vez tiene más experiencia en el circuito, y esta temporada está jugando muy bien".

El escocés fue finalista este año en Australia y semifinalista en el último Roland Garros donde, precisamente, fue Nadal quien frenó su avance hacia la última ronda.

El mallorquín hizo un entrenamiento suave esta mañana durante una hora en una de las pistas exteriores del All England Club, sin forzar en exceso el físico, después de jugar infiltrado ayer miércoles en los cuartos de final contra el estadounidense Mardy Fish debido al dolor que le produce la lesión que sufrió en el pie izquierdo durante los octavos de final.