La primera victoria de Novak Djokovic sobre Rafael Nadal en una final de Grand Slam, este domingo en la Catedral de Wimbledon, abre "quizá" una nueva era en el tenis, según reconoció el español cuando vio escapar su tercera corona del All England Club.

Mientras trata de convencer a sus seguidores de que "estas cosas pasan", Nadal tiene claro que no fue ayer, sino en enero pasado, cuando Djokovic cambió el curso de los últimos siete años y empezó a hacer historia.

El serbio, convertido ya hoy a sus 24 años y 45 días en número uno del mundo, conquistó el pasado 30 de enero, ante Andy Murray, su segundo Abierto de Australia después del conseguido en 2008.

Aunque su reinado acaba de iniciarse, se veía inevitable desde principios de año.

En 2011 Djokovic no ha hecho más que sumar victorias y títulos, cinco de ellos ante Nadal. El serbio había ganado todos sus partidos disputados este año (43) hasta que Roger Federer se le cruzó en semifinales de Roland Garros y truncó su impresionante racha.

En los cinco primeros meses del año se hizo, además de Australia, con el torneo de Dubai (ante Federer), Indian Wells, Miami (las dos finales contra Nadal), Belgrado (ante Feliciano López), Madrid y Roma (ambos frente a Nadal), hasta el tropiezo de Roland Garros.

Sin haber participado en ningún torneo de hierba previo a Wimbledon para aclimatarse a esa superficie, Djokovic se presentó en Londres para volver a sumar victorias. Cuenta ahora con cincuenta en la temporada tras las siete anotadas en Wimbledon antes de levantar el trofeo de sus sueños, como lo ha descrito.

Todo ello lo ha ido elevando en el ránking hasta desbancar a Nadal del número uno. Se hizo efectivo hoy, pero el serbio tenía ya asegurado ese privilegio desde que el viernes ganó al francés Jo-Wilfried Tsonga en las semifinales de Wimbledon.

Éste termina con siete años de dominio de Federer y Nadal. Ningún otro tenista se había instalado hasta hoy en el podio mundial desde que el 2 de febrero de 2004 el suizo desplazó a Andy Roddick.

El tenista mallorquín, de 25 años, tendrá que convivir ahora con un Djokovic que aspira a lo más alto y un Murray que, desde el cuarto puesto en el ránking, aspira a terminar con el maleficio británico.

A ello se suma la resurrección del argentino Juan Martín Del Potro, que se perdió casi toda la anterior temporada por una lesión en la muñeca derecha después de haber ganado ya un Grand Slam (Estados Unidos en 2010).

Además está la revelación del año en Wimbledon, el australiano Bernard Tomic, que a sus 18 años aspira a ganar su primer Grand Slam en los próximos dos años, después de perder en cuartos ante el campeón Djokovic, pese a acceder al torneo a través de la fase previa.

Relevo también en el cuadro femenino

El relevo de los viejos dueños del circuito está al caer tanto en el cuadro masculino como en el femenino.

Federer, el hombre con más "Grandes" de la historia (16), lleva dos años consecutivos sin llegar a la final en su amado Wimbledon, del que reúne seis coronas. En 2010 fue Tomas Berdych quien le eliminó en cuartos y, en esta ocasión, ha sido Tsonga en la misma fase.

El helvético, que cumplirá el próximo mes 30 años, lleva además dieciocho meses sin ganar un Grand Slam.

En el cuadro femenino, las hermanas Williams han entrado en decadencia. Más que su edad, han sido las lesiones y enfermedades las que las han dejado fuera de la pista en los últimos meses, casi un año en el caso de Serena.

A sus 29 años, la menor de las Williams regresó a la competición el 14 de junio para participar en el torneo de Eastbourne, recién recuperada de un largo tratamiento por una embolia pulmonar.

Aterrizó en Wimbledon como defensora del título pero la francesa Marion Bartoli, novena favorita a sus 26 años, la eliminó en octavos de final en dos sets.

El mismo día, su hermana mayor Venus cayó también por la vía rápida frente a la búlgara Tsvetana Pironkova (23 años), una de las jóvenes promesas del Este de Europa tras alcanzar semifinales y cuartos de final de Wimbledon en 2010 y 2011, respectivamente.

La estrella de ese nuevo grupo es la reciente campeona de Wimbledon. La checa Petra Kvitova camina al son de la legendaria Martina Navratilova, hasta el sábado la última zurda en alcanzar la final de este torneo en 1994, cuando perdió contra Conchita Martínez.

Kvitova tocó el año pasado semifinales, donde la expulsó Serena Williams. Se propuso dar un paso más en esta edición y colarse en la final. Allí, su apabullante servicio descolocó a Maria Sharapova, que de nuevo busca hacerse un hueco en las grandes citas.