El ciclista luxemburgués Andy Schleck (Leopard-Trek) recuperó sus posibilidades de conquistar el Tour de Francia tras realizar una gran exhibición este jueves en la decimoctava etapa del Tour de Francia, disputada entre la localidad italiana de Pinerolo y el Galibier Serra-Chevalier, sobre 200,5 kilómetros y que significó el adiós del español Alberto Contador (Saxo Bank-Sungard) a la victoria final.

La etapa 'reina' no defraudó, y por fin, los espectadores pudieron disfrutar del espectáculo del ciclismo, personificado en el menor de los dos hermanos del Leopard-Trek, que lanzó un ataque a la antigua usanza, lejano, sin esperar a los kilómetros finales y que luego supo sacar provecho de la falta de entendimiento por detrás.

El segundo clasificado de las dos últimas ediciones había vivido días duros antes de afrontar la llegada al Galibier, y parece que la gloria en la familia iba a quedar en la responsabilidad de su hermano mayor Frank. Pero, no fue así y la apuesta fue en esta ocasión para Andy Schleck, que se tomó la revancha de todo lo sucedido en estos dos últimos días, y que dejó claro que en este deporte cuentan muchas las sensaciones.

Y eso lo comprobó Alberto Contador, gran protagonista tras la segunda jornada de descanso, pero al que las fuerzas abandonaron en el momento decisivo. No pudo ni siquiera atacar ni ayudar a cerrar la 'herida' que abría su gran rival, labor de la que tuvo que responsabilizarse prácticamente Cadel Evans (BMC), que sigue 'agarrado' al Tour y como mejor situado a la espera de lo que dicten las 21 curvas de Alpe d'Huez.

El pinteño, en cambio, se queda a 4:44 del líder, el francés Thomas Voeckler (Europcar), en pie un día más, y que ya es rival serio, si no lo era antes, para ocupar una de las tres plazas del podio. De todos modos, 24 horas más tarde, puede haber un nuevo cambio de guión y dar una vuelta más a un Tour que ha 'despertado' en su semana decisiva.

BUEN PLANTEAMIENTO DEL LEOPARD-TREK.

El Leopard-Trek sacó premio a su buen planteamiento de esta etapa, colocando corredores por delante (Maxime Monfort y Joost Posthuma) en la habitual tempranera escapada, y luego se vio favorecido por la escasa respuesta de los favoritos al ataque de su jefe de filas.

Este probó con un ataque de los de antaño, desde lejos, sin querer esperar a la última subida, sabedor de que si quería hacer daño, sobre todo a Evans, el mejor contrarrelojista de todos, no podía dejar pasar las duras rampas. Con fuerza, pero con el beneplácito del pelotón, incluido su hermano Frank, se lanzó a por la victoria y cogió rápidamente ventaja.

Así, mientras por detrás no había organización, el pequeño de los Schleck iba acumulando minutos, favorecido además por la espera de Monfort, que realizó un gran trabajo en el descenso y en el llano hasta el Galibier. De este modo, la 'sangría' llegó a rozar los cuatro minutos, momento en el que los favoritos se dieron cuenta de que habían dejado demasiado margen.

El escalador del Leopard-Trek fue dejando a sus compañeros y afrontó prácticamente lo más duro del 'coloso' alpino en solitario, pagando el esfuerzo, lo que, unido al trabajo por detrás de Evans, el único que tomó la responsabilidad, hizo que se recortase la diferencia. En el grupo, Contador marchaba, pero sin sensaciones, con demasiada carga en sus piernas, lo mismo que su aliado de estos días, Samuel Sánchez (Euskaltel-Euskadi), que decía adiós a cualquier opción de podio.

El esfuerzo del campeón del mundo de 2009, dejando de lado su perfil más conservador, fue dando frutos y su ritmo fue haciendo mella en el triple campeón del Tour, sin frescura y cuyas piernas dijeron 'basta' a falta de dos kilómetros para coronar, quedando descolgado, pese a un último intento de enganchar.

Sin el ciclista madrileño, Voeckler, excepcional una jornada más y acompañado de su fiel escudero Jean-Pierre Rolland, aceleró con las fuerzas que le quedaban, animado además por la posibilidad de aguantar el maillot de líder, algo impensable para muchos a estas alturas.

Andy Schleck, mientras tanto, celebraba con rabia su victoria, y veía como su hermano Frank le secundaba llegando a 2:07, ocho segundos antes que Evans. El líder también festejaba su llegada a meta, aguantando aún un botín de 15 segundos, mientras que Contador echaba mano del carácter para no hundirse de forma definitiva y perder 3:50.

Ahora, Voeckler lidera la clasificación general con una renta de 15 segundos sobre Andy Schleck, y de 1:08 sobre Frank Schleck y de 1:12 Cadel Evans antes de la llegada este viernes a Alpe d'Huez y la crono del sábado. El tricampeón del Tour se queda séptimo a 4:44 del líder antes de la antepenúltima etapa, de 108,5 kilómetros, y con el Galibier nuevamente expectante de vivir otra jornada de gran ciclismo.