Álex Pastor está empeñado en convertirse en el primer campeón del mundo de kitesurf en la historia de este país. Lo ha rozado en los dos últimas temporadas, pero se quedó con la miel en los labios. Este año la cosa es diferente, el malagueño ha empezado su periplo en el Tour Mundial de este deporte como un ciclón, venciendo en la segunda prueba disputada en la localidad francesa de Leucate y rozando el triunfo en la primera parada del año, celebrada en Dakhla (Marruecos).

Estos dos resultados le permiten liderar virtualmente el ránking mundial de este espectacular deporte a la falta de seis pruebas por disputarse (Holanda, Venezuela, España (Fuerteventura), Alemania, Vietnam y Nueva Caledonia). «Queda mucho», asegura Pastor, pero él sabe que ha dado un salto cualitativo para poder coronarse como el rey del «kite» allá por el mes de noviembre en las paradisiacas playas de Nueva Caledonia.

El secreto del rider malagueño para situarse en la vanguardia del deporte de la cometa viene dado por un cambio en su equipamiento a la hora de competir. Desde siempre, los profesionales del «kite» han utilizado fijaciones similares a las del windsurf para competir, pero el costasoleño decidió arriesgar el año pasado en la última prueba del Mundial y utilizar como fijaciones unas botas estilo wakeboard (deporte similar al esquí acuático, pero con tabla), ganando la prueba. Desde entonces, decidió seguir utilizando estas fijaciones y los resultados no han podido ir mejor.

¿Por qué son mejores este tipo de botas que las fijaciones tradicionales? El propio Pastor lo explica: «Con las botas es más difícil hacer los trucos, pero he ganado en potencia, que es lo que le gusta a los jueces. Ahora consigo saltos de más distancia porque al caer apoyo mejor los pies».

Pastor decidió cambiar radicalmente su equipamiento precisamente porque siempre perdía por la falta de potencia en los saltos respecto a su principal competidor, el holandés Youri Zoon. Además, se puede decir que el malagueño es un pionero a la hora de utilizar este tipo de fijaciones en competición, ya que antes nadie se atrevía a utilizarlas. «Desde que han visto que he tenido buenos resultados con ellas, ya hay un 20% de riders que las llevan».

Pero no sólo las fijaciones tienen la «culpa» de la mejora de Álex. Son muchas las horas de entrenamiento que ha empleado en Tarifa y Brasil para subir un peldaño en su rendimiento. La próxima prueba del Mundial será a mediados de mayo en Holanda, donde Pastor deberá confirmar en casa de su gran rival que esta vez no va de farol. El malagueño acepta el reto y llega a la prueba de los Países Bajos al 100% de moral, y con sus botas de fijaciones, un arma casi infalible.