El nadador en aguas abiertas Christian Jongeneel completó ayer con éxito la exigente «Travesía Puerta de la India», un recorrido de 40 kilómetros, con fuertes corrientes y aguas bravas, a una temperatura de entre 14 y 19 grados centígrados, y logró su reto.

El aventurero malagueño completó una travesía que sólo nadan al año dos o tres personas, y lo hizo sin neopreno y desafiando a la hipotermia, y también a la abundante vida marina que existe en la zona. Y lo hizo en plena madrugada, a oscuras, junto a un barco de apoyo y a luces químicas que le fueron guiando en su camino.

La «Travesía Puerta de la India», en Bombay, era un reto de la máxima exigencia para el malagueño, que ha cumplido hazañas de gran nivel, como el cruce ida y vuelta del Estrecho de Gibraltar, el Canal de la Mancha o el Estrecho de Cook.

La Travesía, además, tiene carácter solidario, puesto que Jongeneel lleva toda la semana trabajando en la zona por la Fundación Vicente Ferrer. A través de «Brazadas Solidarias», el equipo de Jongeneel quiere recaudar todo el dinero posible para construir un nuevo colegio en Madakasira, pueblo que la expedición malagueña visitará mañana, una vez completada la travesía.