­Nuestra salida de Málaga fue muy tranquila y repleta de ilusión. Con todos los planes, cambios de última hora y alguna cosa que otra que no entendíamos muy bien salimos rumbo a Bombay.

Hicimos escala en Londres. Allí me detectaron un fallo en el pasaporte y me dijeron que se lo tenían que quedar, les explicamos al policía que nuestro destino era La India y que lo necesitaba. El policía nos tratoó muy bien y nos explicó que me lo devolvía pero que podríamos tener problemas al entrar en La India. Este comentario nos dejó muy preocupados todo el trayecto que nos quedaba. Cuando el avión aterrizó en Bombay hicimos cola para presentar nuestra documentación, los nervios los teníamos a flor de piel y cuando me tocó presentar el mío me dijeron que había un problema. Yo pensé: «Ya hemos terminado el viaje, otra vez para España». Al final sólo fue un problema con la dirección de estancia en La India. Así que nuestro amigo Kishore, marido de Arti, mi anfitriona, lo solventó.

La salida a la gran ciudad fue impactante, muchísimo ruido. Todos los coches siempre van pitando prácticamente unos encima de otros y cambiando continuamente de carril. Los cambios de sentido, dirección, incorporación y parada están permitidos en todo momento mientras se toque el claxon. Ahora que lo pienso, ni siquiera sé si tienen intermitentes.

Mi primer entrenamiento ha sido en piscina, me he sentido un poco cohibido, ya que prácticamente dejaron la piscina libre para que yo nadara. Todos los monitores y entrenadores empezaron a mirarme y a grabarme. Nunca me ha gustado ser el centro de atención, pero todo el mundo estaba disfrutando mucho y verlos contestos me hizo sentir muy bien.

Salí de Málaga un poco constipado y en el agua me sentí congestionado y falto de ritmo, pero seguro que en unos días estaré en perfectas condiciones y más aclimatado. Ganas me sobran.

s días antes de nadar. Ha llegado de Nueva Delhi y era la confirmación del capitán del ejército de la marina dando el visto bueno. Ya sí que está todo preparado y sólo queda poner mis brazadas y ganas en terminar este reto.

Ya hemos visitado un templo hinduista con muchos dioses y nuestra amiga Arti ha comprado flores para hacerles una ofrend. Les hemos puesto flores a GANESHA, SHIVA y en el templo de BRAHMA nos han dado fruta bendecida. Hemos pedido por todo el mundo y por que la travesía salga bien.

Mañana -por hoy- seguiremos con los entrenamientos y aprendiendo de todo lo que vemos a así poder compartirlo.