Sergio García y Tiger Woods han firmado la paz. Con un apretón de manos, ambos golfistas han escenificado el fin de las hostilidades tras la agria polémica surgida entre ambos durante las últimas semanas.

Aunque la rivalidad entre García y Woods viene de lejos, recientemente su disputa ha aumentado de intensidad después de que el español afirmara en la cena de entrega de premios de la Gira Europea que serviría "pollo frito" a Tiger Woods. Aunque desde un principio aseguro que se trataba de una "broma" y no de un comentario "racista", la polémica ya estaba servida. El comentario de García sentó mal debido a que antiguamente en Estados Unidos se decía que a los esclavos afroamericanos se les daba de comer todos los días pollo frito. Sin embargo, el golfista quiso dejar claro que no era esa su intención.

Para evitar más polémicas, este lunes Sergio García se acercó a Tiger Woods mientras entrenaba en el campo de prácticas de Merion y le estrechó su mano. Aunque ninguno de los dos golfistas se ha referido al asunto, probablemente el español se disculpó también por sus palabras, lo que habría servido para sellar definitivamente la paz.